Es el gesto de zarandear al bebé de un lado a otro, es decir, tomarlo por los hombros y agitarlo de adelante hacia atrás. Este acto a menudo es provocado por el nerviosismo de los padres o cuidadores ante un llanto difícil de soportar por parte del bebé.
Tenemos que tener cuidado con estas acciones por muy desesperados que estemos, ya que tiene graves efectos secundarios. Cada año, muchos pequeñines son víctimas del síndrome del "bebé zarandeado" que afecta en particular a bebés entre los cinco y seis meses de edad.
Las consecuencias neurológicas pueden ser muy graves: un hematoma puede producir parálisis o retrasos psicomotores, pero el 10% de los niños fallece por ello. Por ello se recomienda nunca zarandear a un bebé, es especial a un recién nacido o a un lactante menor a seis meses.
Advierte a todos tus amigos, familiares y cuidadores de tu bebé de que nunca realicen esta conducta bajo ninguna circunstancia. Si ves que estás a punto de explotar y no puedes controlar la situación, es recomendable llamar a otra persona que lo cuide por ti mientras te recuperas y tranquilizas. Si ves que la conducta de tu pequeño ha cambiado y sospechas que ha sido zarandeado, acude sin dudarlo a tu médico lo antes posible.
Las consecuencias neurológicas pueden ser muy graves: un hematoma puede producir parálisis o retrasos psicomotores, pero el 10% de los niños fallece por ello. Por ello se recomienda nunca zarandear a un bebé, es especial a un recién nacido o a un lactante menor a seis meses.
Consecuencias:
Advierte a todos tus amigos, familiares y cuidadores de tu bebé de que nunca realicen esta conducta bajo ninguna circunstancia. Si ves que estás a punto de explotar y no puedes controlar la situación, es recomendable llamar a otra persona que lo cuide por ti mientras te recuperas y tranquilizas. Si ves que la conducta de tu pequeño ha cambiado y sospechas que ha sido zarandeado, acude sin dudarlo a tu médico lo antes posible.
Cambios en tu bebé:
Si tu bebé llora desconsoladamente y no para, lo mejor es acariciarlo, darle de comer, hablarle, contarle un cuento o cantarle una canción. Nunca hay que acudir a los movimientos fuertes para lograr que deje de llorar.
Texto redactado por:
Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado
Perenquén GPI
Enlaces consultados:
http://www.padresehijos.com.mx/ser-bebe/14/06/18/sindrome-del-bebezarandeadoquees/
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