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lunes, 29 de junio de 2015

Las vacunas infantiles

Tras el final dramático del niño infectado de difteria, se hace hincapié en la importancias de las vacunas, exponemos el calendario de vacunaciones según la asociación española de pediatría:



Cambios principales del calendario 2015:
  1. Se mantienen al inicio de cada apartado los puntos clave de actuación con cada una de las vacunas. Dentro de los mismos, se añaden otros nuevos, destacando:
  2. Cambio de pauta de vacunación frente al virus del papiloma humano en adolescentes menores de 13 o 14 años, según la vacuna, pudiendo aplicarse solo 2 dosis.
  3. Se reafirma la nueva pauta de vacunación frente al meningococo C con un esquema 1 o 2+1+1: una dosis a los 2 y 4 meses o solo a los 4 meses (según preparado vacunal), otra a los 12 meses y una tercera, en la adolescencia, a los 12 años de edad.
  4. Dada la duración limitada de la inmunidad frente a la tosferina, se insiste en la recomendación de DTPa o la vacuna combinada de baja carga antigénica frente al tétanos, la difteria y la tosferina (Tdpa) a los 6 años y la Tdpa a los 11-12 años. Ya que la gran mayoría de las CC. AA. utilizan la Tdpa a los 6 años, se recomienda que vaya obligatoriamente seguida de otra dosis de Tdpa a los 11-12 años de edad.
  5. La vacuna frente al meningococo B y la de la varicela son vacunas recomendadas por el CAV-AEP no disponibles actualmente en las farmacias comunitarias españolas.
Fuera del calendario infantil, se sigue recomendando la vacunación con Tdpa a la embarazada, a partir de la 27 semana de gestación, y a los miembros del entorno familiar de los recién nacidos (especialmente de la madre en el puerperio inmediato, si no se ha vacunado previamente en el embarazo).


Calendario de vacunación en Canarias:

  2m 4m 6m 12m 18m 3a 6a 12a 14a
 Canarias
(ene/2015)
VHB
DTPa
Hib
VPI
VNC
VHB
DTPa
Hib
VPI
VNC
MenC**
VHB
DTPa
Hib
VPI
VNC
MenC
SRP
DTPa
Hib
VPI
SRPTdpaMenC
Var/2d*
VPH/2d
Td
(VPH)
* Si no está vacunado ni pasó la varicela
** La dosis de MenC de los 4 meses puede ser sustituida por 2 dosis, a los 2 y 4 meses, en función del preparado utilizado
DTPa.- difteria, tétanos y tos ferina acelular
Hib.- Haemophilus influenzae tipo b
MenC.- meningococo C
SRP.- sarampión, rubeola y parotiditis
Td.- tétanos y difteria de adulto
Tdpa.- tétanos, difteria y tos ferina de baja carga antigénica
Var.- varicela
VHB.- hepatitis B
VNC.- neumococo conjugada
VPH.- virus del papiloma humano (solo niñas)
VPI.- polio inyectable

Las vacunas realmente son medicamentos biológicos que cuando las aplicamos a personas que están sanas, lo que sucede es la generación de defensas, es decir, anticuerpos, que protegen a esa personas de futuros contactos con los agentes infecciosos de la enfermedad contra la que actúa la vacuna. De esta manera se consigue evitar la infección o la enfermedad, que antiguamente causaba epidemias, secuelas graves y hasta la muerte.

Los beneficios de la vacuna son tanto para la persona vacunada, como para las no vacunadas que vivan en el mismo entorno, ya que es más difícil la propagación de la enfermedad. Pero como todo, también existen algunos riesgos, aunque es muy importante entender que los riesgos que puedan producir siempre serán inferiores a los riesgos de no estar vacunados.

Por otro lado, las reacciones a las vacunas son leves y pasajeras, ya que desaparecen a los 2 o 3 días. Entre las más frecuentes tenemos:
  • Pérdida de apetito.
  • Enrojecimiento e hinchazón en el punto donde se inyectó.
  • Fiebre ligera.

Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado
Gabinete Psicología Perenquén

Enlaces consultados:
http://www.riojasalud.es
http://vacunasaep.org



jueves, 11 de junio de 2015

La importancia de la independencia en los menores de 7 años

Todos los padres queremos que nuestros hijos sean los mejores, que consigan un buen trabajo cuando sean mayores, que sean buenos profesionales y obtengan éxito, pero sobre todo que sean felices. Pero parte de conseguir todo esto, radica en la educación desde la infancia, en la manera en que nuestros peques sean independientes, y también en el grado de autonomía que consigan.


Muchas veces no somos conscientes, pero solemos anticiparnos a las acciones de nuestros hijos, no dejamos que realicen actividades que podrían hacer ellos solos, entre otros motivos, por miedo a que se hagan daño o por nuestra propia comodidad. Esto es así porque no nos damos cuenta de que los niños tienen una gran capacidad para resolver problemas y debemos fomentarla.

Algunas formas en que nuestros peques pueden conseguir ser independientes es realizando pequeñas actividades, dependiendo por supuesto de la edad y de su capacidad (evitando frustraciones en los pequeños), ya que no todos los niños son iguales. Como por ejemplo recoger los juguetes, vestirse y bañarse solos, poner la mesa, hacer su cama, etc. También podemos dejar que tomen algunas decisiones que no puedan afectar negativamente a su vida, como que ropa quieren ponerse o qué quieren comer algún día en especial. Con esto conseguimos que se sientan mayores, realizados, capaces y felices.

Los padres deben confiar en la capacidad de su hijo, estimularles con comentarios positivos sobre sus logros, respetar el ritmo de cada niño en aprender y no esperar los mismos resultados, ya que cada uno tiene unas habilidades.

Es muy importante que los niños experimenten lo que es equivocarse o acertar, que entiendan que sus actos pueden traer consecuencias tanto negativas como positivas, ya que son reglas de vida y deben aprenderlo, de otra manera nunca se sentirán capaces y crecerán siendo inseguros y con baja autoestima.

Es decir, los padres deben mantener un equilibrio sano entre la tendencia a proteger a sus hijos y la necesidad de dejar que vayan valiéndose por sí mismos, ya que de eso dependerá en gran medida su felicidad en el futuro.

Hay una etapa en todos los niños en la que comienzan a querer hacerlo todo ellos solos, es una buena ocasión para practicar lo que hemos comentado, ya que si frenamos esta iniciativa luego será más difícil que quiera hacer actividades por sí mismos.

Ejemplos de responsabilidades según la edad y capacidad del niño:
  • A los 3 años. Pueden comenzar a tener hábitos de independencia. A esa edad empiezan a hacer por ellos mismos las actividades relacionadas con la alimentación, la higiene y el autocuidado en general.
  • A los 5 años. Los niños deben vestirse solos y pueden recoger los juguetes con ayuda, lavarse las manos y los dientes. También pueden hacer tareas como llevar la ropa sucia al cesto.
  • A los 6 años. Debe usar correctamente los cubiertos, bañarse o ducharse solos y peinarse. Ya pueden empezar a ayudar en casa en tareas pequeñas. A esa edad ya deben reconocer sus errores y disculparse cuando hacen algo incorrecto.
  • Con 7 años deben mantener su habitación ordenada y ayudar en las tareas del hogar. Pueden levantarse con el despertador y prepararse para ir al colegio solos. Ayudar a hacer su cama, poner la mesa y ordenar sus cosas…También pueden empezar a administrarse con su paga semanal y solucionar sus propios problemas cotidianos ayudados por sus padres.
Decálogo para la autonomía de los pequeños:
  • Ofrece opciones para elegir: Normalmente los niños tienen horarios milimétricamente establecidos, así que es importante encontrar tiempo en el que ellos puedan elegir. Para ello puedes darle opciones: que elijan el juego que desean, el parque al que prefieren ir y el peinado que quiere hacerse. 
  • Déjale actuar sólo: Las primeras veces que coma sólo se manchará, las primeras veces que use el cuchillo y el tenedor tardará o la primera vez que se vista se pondrá la camiseta del revés. Ten paciencia y déjale actuar sólo mientras te mantienes cerca por si te necesita. Sólo así podrá aprender. 
  • Dale su espacio físico y emocional: Deja que tu hijo te cuete sus experiencias cuando le apetezca, atosigarle con preguntas puede hacer que se sienta agobiado o que perciba invadida su privacidad. Aunque sí puedes dar pie a conversaciones que os lleven a charlar sobre cómo se siente o qué tal le ha ido el día. El niño también debe tener un lugar en el que estar tranquilo y solo cuando le apetezca, puede ser su habitación, una cabaña o un rincón de lectura, de juego o de meditación.
  • Déjale pensar: Cuando te haga preguntas puedes darle la respuesta automáticamente o animarle a pensar sus propias respuestas. A buen seguro serán un ejercicio de imaginación fantástica que os hará pasar un buen rato. Luego puedes explicarle cómo es realidad o utilizar la propuesta que os hacemos en el punto 5.
  • Enséñale a buscar soluciones: “¿Quieres que lo busquemos en internet?” o “¿Te apetece que miremos en la biblioteca algún libro sobre ese tema?” Si contestas así a alguna de las preguntas de tu hijo, la respuesta será una aventura que además le mostrará que las respuestas estás, sólo tiene que aprender a encontrarlas, lo que despertará su curiosidad y su autonomía. 
  • No le desanimes: Los niños imaginan grandes aventuras y se proponen retos fabulosos a corto plazo. Cuando lo haga es interesante fomentar sus inquietudes y permitirle experimentar. Si finalmente el resultado no es el que él esperaba, es el momento de enseñarle a reflexionar, apoyarle y a platearse otras posibilidades para establecer nuevo objetivos o para alcanzar el mismo por otro camino.
  • Establece los límites: Fomentar la autonomía no significa dejar que los niños lo hagan todo solos. Tendrás que establecer los límites y supervisarle en todo momento para que sea un experiencia realmente educativa. 
  • Busca las rutinas: La forma más sencilla de aprendizaje para los niños es el juego y las rutinas. Por eso, si fomentamos su responsabilidad y autonomía es importante establecer rutinas como lavarse las manos antes de comer, recoger los juguetes después de jugar, hacer la cama antes de salir de casa, recoger la mesa o hacer los deberes al llegar del colegio. De este modo una actividad le llevará a la otra de modo natural.
  • Ofrece explicaciones: Para empezar a realizar actividades de forma autónoma el niño tiene que saber cómo ha de hacerlas. Por eso hay que darle explicaciones y ofrecerle instrucciones sencillas y claras que le permitan poder seguirlas sin equivocarse. Puedes empezar guiándole o haciéndolas tú primero para que aprenda y pueda seguir sólo. 
  • Si no quiere: Hay niños que se niegan a realizar nuevas actividades, sin embargo, la mayoría aceptan con aquello de “ya eres mayor para hacerlo solito”. Sin embargo, si aun así se niega, debes valorar si lo hace porque la actividad está fuera de su alcance o si es sencillamente porque no quiere. En el primer caso adapta el reto a su edad o elige otro distinto. En el segundo, ignora las quejas y déjale asumir las consecuencias de su conducta. 
Cómo deben comportarse los padres:
  • Ser constantes. Si se quiere enseñar a un niño a que se vista solo, debe ser una norma que se mantenga cada día. No se debe decir a un niño un día que se tiene que vestir solo y al siguiente vestirle nosotros porque tenemos prisa.
  • Explicarle cómo se hace. Los padres deben enseñar a los niños como hacer lo que se les pide. No se puede dejar que se vistan sin mostrarles como se atan los zapatos o pedir que se bañen si saber cómo se lava el pelo.
  • Facilitar el trabajo pero dejando cometer errores. Si se intenta que el niño aprenda a comer solo, debe empezar con alimentos fáciles de pinchar. Hay que evitar que ante sus fallos o las dificultades que se les presenten, los padres les ayuden y acaben haciéndolo ellos
  • Valorar los logros. Felicitar al niño a medida que va consiguiendo hacer las cosas por sí mismo, ya que esto les anima a continuar.
  • Dejarles que se equivoquen. Aprender de los propios errores es una de las principales formas de aprendizaje.
Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado
Gabinete Psicología Perenquén

Enlaces consultados:
http://www.guiainfantil.com/educacion/autonomia/index.htm
http://www.padresonones.es/noticias/ampliar/1475/noticiasampliardar-autonomia-y-responsabilidad-a-los-ninos
http://www.mujerhoy.com/ser-madre/educar/ninos-seguros-responsables-decalogo-770839032014.html