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lunes, 26 de enero de 2015

Enfermedades frecuentes en el primer año de vida

En los bebés pueden aparecer enfermedades que les afectan desde el nacimiento (congénitas), otras para las cuales su programación genética está predispuesta (genopatías) y otras que son trasmitidas por sus padres (hereditarias). 

Exponemos las más frecuentes:

Recién nacidos:
  • Ictericia: es una enfermedad que aparece cuando el hígado no logra metabolizar la bilirrubina (pigmento de la bilis), su acumulación en la sangre produce que la piel y las mucosas del bebé pueden adquirir un color amarillento. El tratamiento se trata de baños de sol que estimulan el funcionamiento de las enzimas del hígado, por lo que habitualmente no se requiere otro tratamiento. Sin embargo, cuando los niveles de bilirrubina son muy altos, puede impregnarse en los tejidos e incluso en el cerebro (Kernicterus), poniendo en riesgo la vida del bebé. 
  • Sépsis: como en los bebés los mecanismos de defensa aún no están completamente desarrollados, todas las infecciones que se presentan durante el primer mes de vida pueden extenderse con facilidad a todo el organismo a través de la sangre, incluyendo el sistema nervioso central, poniendo en riesgo su vida. Existe un mayor riesgo si el bebé fue prematuro o su mamá es portadora de una enfermedad crónica. En cuanto al tratamiento debe realizarse internado en un hospital, con antibióticos intravenosos e hidratación adecuada. 
  • Enfermedad por reflujo gastroesofágico: normalmente los recién nacidos regurgitan cierta cantidad de leche desde el estómago hasta la boca, a lo cual se denomina reflujo gastroesofágico, sin embargo, cuando la cantidad y la frecuencia aumentan, provocando complicaciones como alteraciones en el crecimiento y en la nutrición, infecciones respiratorias frecuentes (rinofaringitis, neumonías, etc.) o apnea (esfuerzo para respirar), se denomina enfermedad por reflujo. El tratamiento está compuesto por medicamentos que promueven el movimiento del tubo digestivo y disminuyen la acidez del estómago, además de fórmulas antirreflujo o hidrolizados de leche. 
  • Dermatitis seborreica y atópica: es el enrojecimiento de la piel y la aparición de escamas blancas (parecidas a la caspa en el adulto), particularmente en el cuero cabelludo, en ocasiones evitan el crecimiento del pelo. Su causa no está bien determinada pero se relaciona con niveles hormonales altos y la presencia de un hongo que se instala en las glándulas sebáceas. El tratamiento es muy sencillo, ya que se trata de untarle aceites que conservan la humedad, ácido salicílico tópico y shampoo con antimicótico. 
  • Criptorquidia: es cuando los testículos no han logrado descender a las bolsas escrotales; ocurre en hasta 4% de los recién nacidos y sus causas son hormonales. Los testículos que no bajan o no son descendidos en forma quirúrgica pierden sus funciones y son un factor de riesgo para cáncer testicular. El tratamiento casi siempre es quirúrgico y se realiza entre el año y los cuatro de edad. 
  • Displasia congénita de cadera: la cadera está conformada por una bola y un receptáculo articulatorio. En algunos recién nacidos, el receptáculo está demasiado superficial y la bola (fémur) puede salirse parcial o completamente. Los bajos niveles de líquido amniótico en el útero durante el embarazo pueden incrementar el riesgo para el bebé de padecer esta enfermedad. Se detecta durante los primeros meses mediante exploración y, a los tres meses, con ultrasonido y/o radiografía de caderas.El tratamiento varía de acuerdo a la intensidad y la edad del diagnóstico, abarcando desde un aparato de yeso hasta cirugía. 
  • Diarrea y dermatitis del pañal: es la disminución en la consistencia y/o aumento en la periodicidad de las evacuaciones. A consecuencia de este trastorno, puede haber dificultad para digerir correctamente los carbohidratos, en particular la lactosa, presentando evacuaciones líquidas, con grumos y mal olor. Por el alto contenido ácido de las evacuaciones, éstas pueden provocar rozaduras, especialmente si tardan mucho los cambios de pañal. En cuanto al tratamiento hay que tener en cuenta que las lesiones se caracterizan por enrojecimiento, granos, ampollas y hasta úlceras, que en su mayoría necesitan de una crema secante. 
  • Dificultad respiratoria: para que los pulmones logren mantenerse expandidos después del primer llanto es necesario contar con una sustancia denominada surfactante que se sintetiza durante las últimas etapas del embarazo. Si no está presente el bebé puede desarrollar síndrome de dificultad respiratoria, poniendo en riesgo su vida. Para el tratamiento el bebé requiere surfactante y ventilación mecánica, además de cuidados neonatales. 
Lactantes (0 a 1 año):
  • Cólicos: no se definen como una enfermedad, sino como un trastorno funcional. Habitualmente se presentan antes de las seis semanas y suelen mejorar a los cuatro meses. Algunas veces se relacionan con la alimentación materna y otras con reflujo gastroesofágico o alergia a la proteína de la leche. En relación al tratamiento, existen formas de controlarlos que son múltiples y la mayor parte de las veces se resuelven espontáneamente, ayudándose de antiespamódicos ocasionales, el cambio de fórmula y mucha paciencia. 
  • Estreñimiento: se trata de la disminución en la frecuencia de las evacuaciones, la dificultad durante la misma y el aumento de la consistencia. La causa principal es la falta de movimiento intestinal, aunque existen enfermedades específicas que lo pueden provocar (enfermedad de Hirschsprung). El tratamiento depende de la intensidad que puede ser desde el aumento de líquidos, cambios de fórmula, incorporación de jugos de frutas ricos en fibra, laxantes y lubricantes. 
  • Síndrome de muerte súbita del lactante: aunque solamente afecta a uno de cada 2,000 recién nacidos, es una preocupación habitual entre los padres. Se define como la muerte inexplicable, repentina e inesperada de un niño menor de un año. Aunque se han postulado muchos mecanismos causales, solamente pocos se han comprobado. 
  • Hipertrofia congénita de píloro: durante la exploración física, puede palparse un engrosamiento en forma de aceituna en la unión entre el estómago y los intestinos (oliva pilórica). Es una causa muy frecuente de vómitos en los lactantes, predominantemente en varones. Se presenta con vómitos explosivos, bajo peso y deshidratación. El tratamiento consiste en empezar por administrar líquidos y corregir los trastornos metabólicos ocasionados por los síntomas, y luego se requiere de una cirugía para la corrección definitiva. 
  • Infección urinaria: afecta a ambos sexos pero hay una ligera predisposición en los niños menores de un año. La mala higiene y no cambiar el pañal frecuentemente son factores de riesgo para que ésta se presente. Los bebés no circuncidados acumulan secreciones que también contribuyen. Si se presentan repetidamente debe descartarse la posibilidad de malformaciones congénitas de la vía urinaria a través de un ultrasonido, gammagrafía y rayos X. El tratamiento debe tener en cuenta la importancia de la detección y la aplicación oportuna de antibióticos que puede evitar lesiones del riñón e incluso insuficiencia renal. 

Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado
Gabinete Psicología Perenquén

Enlaces consultados:
http://www.bbmundo.com/bebes/salud-bebes/enfermedades-frecuentes-en-el-primer-ano-de-vida/

El estreñimiento en los bebés de 0 a 3 años.

El estreñimiento como tal, se considera cuando hay menos de 3 deposiciones a la semana, y al expulsarlas causan dolor. Es un problema bastante frecuente en los bebés de 0 a 3 añitos de edad, por lo que no hay que alarmarse más de lo necesario.

Las causas más comunes son:
  • Cambio en la dieta: sobre todo en el paso de la leche materna a la fórmula infantil o leche de continuación.
  • Retención propia del pequeño: al comienzo de dejar los pañales, puede que le de miedo ir al baño e intente aguantarse todo lo posible.
  • Enfermedades infecciosas: sobre todo si le mandan alimentos específicos y existe deshidratación, lo que dificulta las evacuaciones
  • Otras: relacionadas con defectos congénitos o discapacidad.
¿Cómo podemos ayudar a nuestro bebé?
  • Niños menores de 6 meses: se recomienda alimentarlo con leche materna en exclusividad, evitando lo máximos posible las fórmulas lácteas, ya que la composición excesiva en calcio produce el endurecimiento de las heces. Además. dale masajitos en el abdomen alrededor del ombligo y siempre en dirección a las manecillas del reloj, iniciando por el lado derecho y terminando por el izquierdo. Se recomienda realizarlo entre 4 y 5 veces al día, sobre todo cuando veas que tiene ganitas de evacuar. En estas ocasiones levanta sus piernas y colócalas en su vientre, de esta maneras facilitará su expulsión. Si ves que no ha evacuado en 24 horas y tu peque está muy inquieto, es mejor consultar a un pediatra para que te aconseje un supositorio de glicerina. Si aún así no consigue expulsar las heces, acude a un especialista lo antes posible.
  • Niños de 6 a 12 meses: además de aplicar lo comentado en el punto anterior, le daremos alimentos ricos en fibra tales como verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, etc.
  • Niños a partir del año: se recomienda agregar una cucharada cafetera de aceite de cocina en sus papillas o comidas, esto le facilitará la expulsión. No le obligues a ir al baño e incrementa el consumo de fruta con alto contenido de agua y fibra. Evita al máximo la estimulación rectal con supositorios porque ya está más consciente del dolor y podrías lastimarlo. Además. dale mucha agua durante el día. Y por supuesto, como comentamos antes, en caso de que no haya un avance, comunícate con su pediatra.

Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado
Gabinete Psicología Perenquén

Enlaces consultados:
http://www.bbmundo.com/bebes/nutricion-bebes/el-estrenimiento-en-bebes/

¿Qué son los Trastornos de Lectura y Escritura?

Muchos niños muestran problemas con la lectura y además también con la escritura, y no se trata de problemas debidos a trastornos visuales, ni a una escolaridad inadecuada, ni a un déficit intelectual, ni a la edad, ¿entonces de que se trata?. Es lo que se llama Trastornos de la Lectura y la Escritura.

Lo que el niño muestra es una alteración en la lectura que aparece a la hora de leer en cuanto al:

  • Comienzo
  • Velocidad.
  • Comprensión del contenido.
  • Aparición de omisiones o errores en las palabras leídas.
  • Incapacidad en seguir las líneas del texto.
  • Entre algunas otras.

Por otro lado están las alteraciones de la escritura, que aparecen como:

  • Distorsión de las letras en una palabra.
  • Errores en el seguimiento de las líneas del texto.
  • Omisión de letras o parte de palabras.
  • Confusión entre las letras mayúsculas y minúsculas.
  • Entre otras.
 Todas ellas aparecen con más frecuencia al escribir espontáneamente, o en un dictado, y con menor frecuencia en las copias de texto.

Junto a estos trastornos, pueden existir algunos déficits que lo acompañan, como son los trastornos psicosomáticos (de tipo digestivo, cefaleas, mareos, etc,), alteraciones de comportamiento (como agresividad) u trastornos de tipo intelectual, cognitivo o psicológico.

Estos trastornos tienen varias causas, entre las que se habla de factores genéticos, porque se ha comprobado que suele suceder en muchos miembros de la familia, pero también tenemos factores biológicos, psicológicos, relativos al entorno. Todos ellos en conjunto pueden influir tanto en el desarrollo como en la evolución de dichos trastornos.

Para poder diagnosticarlo, además de tener presente las características que hemos comentado, también tenemos que excluir la existencia de otras enfermedades que puedan participar en los déficits de la escritura o lectura (trastornos visuales, cociente intelectual bajo, falta de escolaridad, pobre entorno sociocultural, etc.).

En cuanto al tratamiento, éste debe ser dirigido por un profesional y va enfocado a mejorar las capacidades de lectura y escritura a través de una terapia funcional, tratar las dificultades que pudieran aparecer con respecto a otros ámbitos y ofrecer apoyo a las familias. Entre el tratamiento tenemos ejercicios específico para el trastorno en cuestión, entrenamiento en funciones cognitivas como la memoria, concentración, atención, capacidad visuo-espacial, etc.

Está comprobado que un tratamiento precoz mejora las perspectivas y el pronóstico del niño, y eso es lo más importante.


Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado
Gabinete Psicología Perenquén

Enlaces consultados:
http://www.salud.es/ninos/trastorno-de-la-lectura-y-de-la-escritura-en-la-infancia%20#. U1P9n_l5OJE

jueves, 22 de enero de 2015

¿Cuándo podemos darle un móvil a nuestro hijo?

Cada vez más los niños pequeños ya nos piden un teléfono móvil, ¿pero es bueno dárselos?.

Nuestros expertos nos hablan de que la edad más idónea para que un niño comience a tener su propio móvil es como muy temprano a los 14 o 15 años, aunque todo dependerá de la madurez del niño, de las necesidades reales, del uso que le vaya a dar, etc, Pero nunca debemos dárselo por el simple hecho de que los demás niños tienen uno. Esto es así porque tenemos que tener en cuenta que un móvil no es sólo un teléfono, también es una red social, un videojuego, una entrada a internet... que muchas veces no podemos controlar. Además de que puede afectar de manera negativa en su desarrollo si le da un uso inadecuado o excesivo.

Lo que podemos hacer es gestionar su uso, tener unas normas de cuándo se puede usar, cuánto tiempo, en qué lugares... al igual que hacemos con tantas otra cosas, como las maquinitas, el ordenador, la tele, etc. Pero para ello debemos tener la suficiente confianza en ellos como para saber que lo va a respetar.

Pero como todo, tiene sus ventajas e inconvenientes, como ventajas:
  • Proporciona un extenso abanico de tareas y aplicaciones para aprender de manera más visual, intuitiva y divertida.
  • Familiarizarse con estos dispositivos que más tarde tendrá que usar en su vida adulta.
Pero como inconvenientes:
  • Como ya hemos comentado, muchos niños no saben darle un buen uso, por lo que sería idóneo que en un principio utilice dicha tecnología con la presencia y guía de un adulto.
  • Puede crear dependencia.
  • Perder el sentido de la realidad.
Por todo ello, tanto los móviles como las tablets pueden ser beneficiosas para la educación y curiosidad de los niños, pero nunca dejando de lado los juegos más tradicionales donde se interactúa con personas reales.

Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado
Gabinete Psicología Perenquén

Enlaces consultados:
http://isepclinic.es/blog/cuando-debemos-comprar-un-movil-nuestros-hijos/

La música como potenciadora de la inteligencia

A lo largo de la historia, el concepto de inteligencia ha ido cambiando y evolucionando, se ha considerado "inteligencia" a muchos conceptos distintos. Pero numerosos estudios sobre el desarrollo infantil han demostrado que existe una habilidad potencial desde la primera infancia, y es la inteligencia musical. Se trata de la "primera inteligencia" que aparece, aunque se necesita esfuerzo y constancia para desarrollarla. Lo que sí está claro es que ninguna inteligencia es inherentemente artística, o no artística, sino que más bien las inteligencias funcionan de forma artística o no artística.

Lo más importante de todo esto, es que se dice que los niños que aprenden a tocar un instrumento musical pueden aumentar su coeficiente intelectual hasta 7 puntos.

Estos estudios nos dicen que cuando los bebés balbucean, lo que están haciendo es produciendo patrones musicales que han escuchado en su entorno:
  • Con 2 meses pueden igualar el tono, el volumen y contorno melódico de canciones.
  • Con 18 meses comienzan a emitir sonidos punteados de manera voluntaria, inventando músicas y ejercicios sonoros.
  • Con 36 meses aprende "como escuchar" percibiendo e identificado los sonidos de su entorno y de la naturaleza.
  • Y a los 7 años es cuando la mayoría de los niños alcanza la características esenciales y cuando se les puede considerar participantes maduros dentro del proceso artístico.

Como todos hemos sentido alguna vez, la música tiene la capacidad de cambiar nuestro estado de ánimo si queremos, ya que activa las estructuras emocionales de nuestro cerebro. Por otro lado, muchos niños que padecen de Autismo, tienen gran interés por la música y a veces es más fácil comunicarse con ellos a través de ella. Cuando aprendemos a tocar y hacer música, se activan muchas zonas del cerebro, más que con cualquier otra actividad, de ahí la relación que tiene con la inteligencia.

Además, que los pequeños tengan contacto temprano con la música les ofrece grandes y mayores oportunidades para desarrollar y fortalecer capacidad como :
  • La escucha.
  • La concentración.
  • La abstracción.
  • La expresión.
  • La autoestima.
  • La responsabilidad. 
  • La disciplina.
  • La actitud creativa.
  • Y muchas más.

Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado
Gabinete Psicología Perenquén

Enlaces consultados:
http://isepclinic.es/blog/la-musica-y-su-influencia-en-el-desarrollo-de-la-inteligencia/

lunes, 19 de enero de 2015

¿Qué hacer ante el fracaso escolar?

En los últimos tiempos en este país, el fracaso escolar está a la orden del día en nuestros niños, por lo que todos debemos aportar nuestro granito de arena para solucionarlo. Tanto padres, profesores, médicos, psicólogos, etc.

Por fracaso escolar entendemos los retrasos académicos, la falta de motivación en los niños, los suspensos, las repeticiones de curso, el abandono escolar, etc. Pero no es algo que afecte sólo a los alumnos, también abarca a la familia y a la sociedad.

Uno de los puntos importantes dentro del fracaso escolar es que las familias tienen que ser conscientes de la influencia que tienen sobre sus pequeños con respecto al desarrollo personal, ya que es en la familia donde se enseñan los valores, costumbres, normas, etc. Por tanto, es la familia la que proporciona las fortalezas (para que puedan superar las dificultades en el aprendizaje) y las responsabilidades en el niño (para que aprendan a cumplir normas, horarios, etc.). También es necesario nombrar el papel de los padres en la escuela, es decir, se ha comprobado que los niños de padres que participan en la vida escolar de manera activa, tienen un rendimiento y una adaptación mayor que los niños de padres que no participan.

Por otro lado tenemos a la escuela, que es la que tiene que actuar de manera preventiva, es decir, es la que tiene que establecer unas buenas bases a través de ejercicios de psicomotricidad infantil, técnicas de estudio en primaria y secundaria, o a través de un buen aprendizaje en lectoescritura. Todo esto disminuye las tasas de fracaso escolar en un porcentaje bastante alto.

Por último, acudir a un especialista a tiempo es vital (pediatra, neuropsicólogo, psicólogo infantil) ya que podría tratarse de una dificultad de aprendizaje.

Es decir, debemos enseñar y transmitir hábitos y técnicas de estudio eficaces a nuestros pequeños.

Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado
Gabinete Psicología Perenquén

Enlaces consultados:
http://isepclinic.es/blog/propuestas-de-actuacion-ante-el-fracaso-escolar/

Estrés Infantil

El estrés infantil se trata de un conjunto de reacciones tanto biológicas como psicológicas, que se aparecen por algunas situaciones que los pequeños no pueden controlar, lo que produce una alteración en su equilibrio general.

Este estrés infantil aparece en fechas de la vida de los niños con cambios y adaptaciones, donde es necesario que se enfrenten a situaciones novedosas para ellos, y en momentos de transición entre etapas evolutivas, todo ello produce gran tensión y ansiedad, llegando a veces a comportarse de maneras distintas a las habituales.

Los factores por los que dependen las reacciones ante el estrés en los peques son:
  • Los estímulos que están estresando al niño.
  • La percepción que tiene el niño ante los estímulos que le causan estrés, ya que puede que no se sienta con la capacidad de afrontarlos o controlarlos.
  • El comportamiento del niño ante las situaciones estresantes.
  • El impacto que tiene sobre su desempeño escolar, relaciones sociales, familiares, salud física y emocional.

Por otro lado, algunas situaciones que producen estrés en los pequeños son:
  • Dentro del ámbito familiar: Divorcio o separación de los padres, duelo de uno o ambos padres, maltrato físico por parte de los padres, abusos sexuales en el hogar, el nacimiento de un nuevo integrante en la familia, etc.
  • Dentro del ámbito escolar: El cambio a nivel escolar afecta su rendimiento académico, un examen en el colegio, hablar en público u olvidar hacer una tarea o trabajo, ser molestado por niños mayores, terminar sus trabajos más tarde que los demás, ser ridiculizado en clase, cambiarse de salón o escuela, llegar tarde al colegio.
  • Dentro del ambiente social: El ritmo de vida tan acelerado y cambiante que llevamos, Ir al dentista o al hospital, romper o perder cosas, ser diferente, etc.

Ante todas estas situaciones, cada niño reacciona de manera distinta ante el estrés que les produce, por lo que también los síntomas que presentan igualmente son distintos en cada uno:

Factores emocionales y de conducta:
  • Sensibilidad.
  • Están temerosos.
  • Tienen poca confianza en sí mismos.
  • Están preocupados innecesariamente.
  • Tristeza.
  • Ansiedad.
  • Indiferencia.
  • Tienden a postergar sus deberes.
  • Despistados.
  • Presentan bajo rendimiento escolar.
  • Son exigentes y desafiantes.
  • Su temperamento se exalta, molestan a otros niños.
Síntomas físicos:
  • Lloran sin causa alguna.
  • Sudor en las palmas de las manos.
  • Dolores de cabeza y de estómago.
  • Se tuercen o arrancan los cabellos, se muerden las uñas.
  • Pueden llegar a orinarse.
  • Perturbación del sueño, tienen pesadillas.
Síntomas físicos en el niño ante estrés excesivo:
  • Dolor de cabeza.
  • Molestia estomacal.
  • Problemas para dormir.
  • Pesadillas.
  • Mojar la cama, por primera vez o de manera recurrente.
  • Disminución del apetito.
  • Cambios en los hábitos alimentarios.
Síntomas emocionales en el niño con estrés excesivo:
  • Ansiedad.
  • Se siente preocupado.
  • Irritabilidad.
  • Miedos que pueden ser nuevos o recurrentes.
  • No quiere estar solo, se aferra a sus padres.
  • Comportamiento agresivo.
  • Se muestra necio.
  • Puede presentar regresiones, es decir comportamientos típicos de etapas anteriores del desarrollo.

Presentamos algunas sugerencias para combatir y ayudar a los niños en estas situaciones:
  • Hacerle sentir y demostrarles que está seguro en casa, no tiene de qué preocuparse.
  • Ser tolerantes con ellos y enseñarles que también lo deben ser ante las personas y situaciones que les causen frustración.
  • Elegir el colegio más adecuado para la personalidad del niño.
  • Intentar que el niño sea más abierto y comunicativo, para que pueda expresarse libremente y pueda comunicar sus sentimientos, preocupaciones y miedos.
  • Es muy importante enseñarles a ser asertivos, es decir saber decir No ante determinadas situaciones y por supuesto a que confíe en los demás (maestros, familiares) para pedir ayuda.
  • Ser cercanos con ellos, que nos sientan siempre cerca y que sepan que pueden hablar con nosotros sin problemas.
  • Escucharlos sin criticar.
  • Ayudarles a que aumenten su autoestima, demostrándoles nuestro amor incondicional, involucrarlo en actividades y tareas que les haga sentir bien.
  • Estar pendiente de los signos que nos hagan pensar que esté estresado por algún motivo.
  • Estar al pendiente de que realicen sus labores pero también de que tengan momentos de descanso y relajación, de igual manera vigilar su alimentación para que sea saludable.
  • Si aún así los signos de estrés no disminuyen ni desaparecen en un período prolongado de tiempo (entre 3 y 6 meses), entonces no debemos esperar al "Luego se le pasará", lo mejor es buscar asesoramiento profesional.

Además el niño por sí mismo puede controlar su estrés siguiendo estos consejos:
  • Hablar con sus padres o con alguien de confianza de sus problemas.
  • Relajándose: Puede conseguirlo al escuchar música suave, dándose un baño con agua caliente, cerrando los ojos y respirando profunda y lentamente o incluso practicando yoga para niños.
  • Tomarse un tiempo para estar solo o dedicar unos minutos para a disfrutar de su actividad favorita: leer, pintar, tocar algún instrumento, bailar, etc.
  • Haciendo deporte.
  • Muy importante, fijándose metas realistas y llevar a cabo sus actividades lo mejor que pueda, recordando siempre que nadie es perfecto y que no es posible hacerlo todo bien.
  • Aprendiendo a quererse y a respetarse.

Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado
Gabinete Psicología Perenquén

Enlaces consultados:
http://www.peques.com.mx/estres_infantil.htm

martes, 13 de enero de 2015

La lectura es muy importante para conseguir éxito escolar

Si quieres que tu pequeño tenga un buen éxito escolar, es necesario que tenga un buen hábito de lectura. 

El aprendizaje de la lectoescritura suele comenzar a los 3 añitos de edad, cuando empiezan el cole, aunque los niños normalmente desarrollan los procesos perceptivos necesarios para comenzar a leer de manera fluida a los 5 y 6 años. Lo importante es que ya en los primeros cursos de Primaria van abandonando el silabeo y la ruta de acceso al léxico va dejando de ser la fonológica para dar paso a la directa, lo que les permite coger velocidad lectora que hace aumentar la comprensión de lo que lee.

Para comenzar dicho aprendizaje se van realizando distintas actividades tales como: discriminación visual, auditiva, táctil, espacio-temporal, lenguaje y memoria. En el aprendizaje de la lectura aparecen 4 tipos de procesos: perceptivos, léxicos, sintácticos, semánticos.

Cuando nos hacemos adultos, un buen lector domina ambas rutas, es decir, utiliza la léxica como medio habitual de lectura y la fonológica cuando se enfrenta a palabras desconocidas o pseudopalabras.

Por todo lo que hemos comentado, es fundamental para nuestros niños fomentar el hábito en la lectura. Por una parte les ayuda a conseguir el éxito escolar ya que comprenden mejor lo que leen en clase, y por otra parte también la lectura les ofrece una actividad de ocio muy placentera.


Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado
Gabinete Psicología Perenquén

Enlaces consultados:
http://isepclinic.es/blog/la-lectura-como-clave-para-el-exito-escolar/

Los niños menores de 3 años y el riesgo de consumir demasiada proteína

En los últimos tiempos se ha visto que el 95% de los niños con menos de 3 años, están consumiendo demasiadas proteínas y eso repercute en su salud, ya que aumenta el riesgo de padecer obesidad infantil. Es un riesgo que a primera vista no se ve, ya que la obesidad empieza a aparecer a los 7 años de edad.

Entre las comidas con demasiada proteína para los niños se encuentran los perritos calientes, las hamburguesas, pizzas, etc.

No sólo se habla de lo que come el niño desde los 7 meses hasta los 3 añitos, sino de lo que come la madre estando embarazada.

Varios estudios han observado una correlación directa entre la ingesta de proteínas y el índice de masa corporal, es decir, a más proteínas mayor es el riesgo de sobrepeso. Los niños cuando nacen tienen un índice de masa corporal normal, pero a medida que van creciendo, se van separando de la media saludable para su edad.

En definitiva, la nutrición de nuestros peques durante los 3 primeros años es vital para evitar el riesgo de desarrollar sobrepeso y obesidad en cualquier etapa posterior de la vida


Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado
Gabinete Psicología Perenquén

Enlaces consultados:
Servicio de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición del Hospital Sant Joan de Déu

lunes, 12 de enero de 2015

¿Tu peque tiene TDAH y muchos cambios de humor?

Los niños con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad sufren de cambios bruscos y frecuentes en el estado de ánimo, pueden pasar de estar contentos y alegres a enfadados en pocos minutos. Estos cambios se pueden producir por situaciones concretas como nos pasa a todos, pero también pueden deberse a:
  • Baja autoestima: puede tener una baja autoestima a causa de respuestas negativas que ha recibidos de otras personas y que se va desarrollando a lo largo del tiempo.
  • Tendencia a extraer conclusiones precipitadas: puede que juzgue de manera precipitada y sin pruebas las situaciones que pasan a su alrededor, lo que le genera ese cambio de humor según haya sido su conclusión.
  • Desaparición de los efectos de la medicación: si toma medicación puede sentir cambios de humor cuando se termina el efecto del fármaco, si es una situación que persiste mucho tiempo, se debería prestar atención a dicha medicación y a la dosis que se le administra.
  • Enfermedades concomitantes: además del TDAH, pueden padecer depresión o ansiedad, puesto que la comorbilidad con otros trastornos es bastante frecuente.

Pero existen una serie de pautas que se pueden llevar a cabo para ayudarles: los padres y demás familiares pueden intentar ayudarle a controlar sus estados de ánimo (sobre todo si son negativos), hablando y animando al pequeño para que siga los siguientes pasos:
  • Pensar: sobre lo que estamos sintiendo, basándonos en lo que está ocurriendo en ese momento y en hechos conocidos en otras ocasiones.
  • Rechazar; los pensamientos que no estén basados en acciones actuales y hechos conocidos, como comentamos en el punto anterior.
  • Reconsiderar la situación: si un pensamiento negativo se basa en lo que sucede en ese momento, no de manera necesaria tiene que derivar en un sentimiento o estado de ánimo negativo. Si analizamos otra vez lo que sucede, tal vez el niño pueda ver las cosas desde una perspectiva diferente, de manera más positiva.

Un ejercicio práctico para controlar el estado de ánimo es el siguiente: pedir al niño que haga un dibujo de lo que le molesta o le hiere, y comentar después qué preferiría que le sucediese. Este ejercicio le hará ser más consciente de sus emociones y sentimientos en relación con otras personas.


Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado
Gabinete Psicología Perenquén

Enlaces consultados:
http://www.tdahytu.es/cambios-en-el-estado-de-animo-en-tdah/

¿Cuándo un niño necesita visitar a un psicólogo?

Muchos padres no saben exactamente cuando su hij@ necesita visitar un psicólogo para mejorar su bienestar, pero lo más importante que deben tener en cuenta es que una intervención a tiempo previene muchos problemas en el desarrollo del pequeño, y como se suele decir "más vale prevenir, que curar". Por otro lado, que el niño reciba terapia por parte de un profesional, sólo puede traer consecuencias positivas, ya sea que verdaderamente lo necesitaba o no, por lo que nunca está de más.

Además, muchos padres ven que acudir al psicólogo con su pequeño es signo de alguna enfermedad mental, y no es así. En la mayoría de las ocasiones, lo que simplemente se necesita son unas orientaciones y entrenamientos para mejorar la calidad de vida tanto del niño, como del resto de la familia.

Lo importante es observar las 3 variables: frecuencia, duración e intensidad de las conductas del niño, es decir, cuando la conducta que presenta su hijo haya aumentando en el número de veces, haya aumentado en la cantidad de tiempo que le dedica cada vez y haya aumentado el malestar que le genera dicha conducta.

De todas formas, se exponen unas pautas para que los padres sepan cuando su hij@ necesita ayuda profesional: Siempre que se observen cambios importantes en la conducta del niño, ya sea por defecto o por exceso, debemos estar alerta:
  • Cambios en los patrones de alimentación (come más o come menos que antes o lo hace de forma distinta).
  • Cambios en los patrones de sueño (presencia de alteraciones como insomnio, pesadillas, enuresis).
  • Cambios en el rendimiento escolar (no presta atención, su rendimiento baja considerablemente).
  • Cambios en su estado de ánimo (está más triste, apagado, sin energía).
  • Cambios en su nivel de actividad. (es más elevado o menos que el resto de los niños, está más nervioso).
  • Alteraciones en el juego (juega siempre solo, no participa en juegos sociales, se aísla, juega siempre a juegos violentos).
  • Alteración en la conducta (no acata normas, tiene conductas extrañas o repetitivas).
  • Alteraciones en las relaciones sociales (ya no se relaciona con sus iguales o siempre ha tenido
    problemas con sus compañeros, no es capaz de hacer nuevos amigos, evita situaciones sociales o presenta claros síntomas de ansiedad).

Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado
Gabinete Psicología Perenquén

Enlaces consultados:
http://isepclinic.es/blog/psicologia-infantil-cuando-llevar-a-mi-hijo-al-psicologo/