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viernes, 30 de mayo de 2014

La Dislalia infantil, la mala pronunciación en los niños.


La dislalia infantil es un trastorno en la articulación de los fonemas, es decir, la mala pronunciación, ya sea por ausencia o alteración de algunos sonidos, o por la sustitución de éstos por otros.


Es un trastorno muy común en los niños entre los 3 y los 4 añitos, donde se considera normal, lo que se llama “dislalia evolutiva”.

El problema viene cuando esa dislalia se mantiene más allá de los 4 años.

Los síntomas que se observan:
  1. Articulación del lenguaje: presenta dificultad en articular algunos fonemas, como la "f" o la "r".
  2. Personalidad: el desarrollo del lenguaje se refleja en su personalidad, ya que tiene miedo a hacer el ridículo al hablar en público.
  3. Sustitución: un sonido es reemplazado por otro que le resulta más fácil de pronunciar, como por ejemplo tes en vez de tres.
  4. Distorción: es el sonido distorcionado que produce el niño al intentar pronunciar un fonema.
  5. Omisiones: cuando el pequeño omite un sonido que le es difícil de pronunciar, como abol en vez de árbol.

La dislalia infantil presenta tipos muy variados:
  1. La dislalia funcional: es la más frecuente y se caracteriza por un mal funcionamiento de los órganos articulatorios. El niño desconoce o realiza incorrectamente el punto y modo de articulación del fonema. No sabe hacer vibrar la lengua para pronunciar bien la RR, y suele reemplazar la S por la Z, o la R por la D.
  2. La dislalia orgánica: hace que el niño tenga dificultades para articular determinados fonemas por problemas orgánicos. Se presenta en los niños cuando presentan alteraciones en las neuronas cerebrales, cuando tienen alguna malformación anomalías en los órganos del aparato fonador.
  3. La dislalia audiógena: se caracteriza por dificultades originadas por problemas auditivos. El niño se siente incapaz de pronunciar correctamente los fonemas porque no oye bien. En algunos casos, es necesario que los niños utilicen prótesis.

Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado.
Perenquén GPI.

Enlaces consultados:




jueves, 22 de mayo de 2014

Qué es la estimulación temprana y cuándo debemos practicarla con nuestros pequeños.

Según la psicóloga Paula Bernal, “la estimulación se trata de una serie de actividades que buscan promover todas las esferas del crecimiento de las personas, como la motricidad, percepción, lenguaje, relaciones sociales, el afecto, la seguridad en sí mismo y su sentido de auto-eficacia”.

Es decir, la estimulación es la realización de actividades entre los padres y el bebé, para fortalecer el vínculo emocional y ofrecerle una serie de experiencias, sensaciones, vivencias o estímulos que aumentan sus conexiones neuronales, le permiten conocer y relacionarse mejor con el mundo, respetando el ritmo y la etapa de desarrollo de cada niño.

La estimulación aumenta la experiencia física, sensorial y social del bebé, lo cual fortalece y desarrolla sus potencialidades, pues el cerebro está en maduración, lo que le da plasticidad para moldearse a partir de la repetición de ciertas actividades. Teniendo en cuenta que el máximo desarrollo neuronal va desde el nacimiento hasta los tres años, y luego decrece y prácticamente se extingue a los seis.

Muchos padres están orgullosos de los avances de su hijo, de cómo aprenden antes que muchos de los niños que les rodean, pero hay que cerciorarse de que el proceso de aprendizaje haya sido satisfactorio para el bebé.

Como vivimos en un mundo cada vez más competitivo, esta estimulación es una gran herramienta para los padres que quieren conseguir en sus hijos un mayor desempeño, ya que piensan que aprender todo lo que se pueda y lo antes posible, les beneficiará en su futuro.

Todo esto es cierto, pero si la estimulación no se realiza de la manera correcta, puede producir efectos contraproducentes, por ello debemos respetar y tener en cuenta la sensibilidad de los niños frente a los ejercicios, actividades etc. que les vamos proponiendo.

Realmente es el bebé quien debe manejar el proceso, debemos fijarnos en su lenguaje corporal para guiarnos en los intervalos de tiempo y en el ritmo de trabajo. No se trata de buscar resultados a corto plazo, ya que es posible que lo que consigamos sea una sobre-estimulación, donde el pequeño desconectará de lo que estamos haciendo, es decir, hay que respetar al niño.

En la estimulación temprana se debe buscar el equilibrio, por lo que hay que orientar hacia todos los caminos: físico, intelectual, emocional, en todos. Otra cosa muy distinta es que al pequeño se le de mejor unas actividades que otras.

Por lo tanto, ¿para qué sirve la estimulación?

  • Garantizar diferentes habilidades del bebé dependiendo de la etapa de desarrollo en la que se encuentre, para que su desempeño sea exitoso en cualquier ambiente o espacio.
  • Detectar oportunamente dificultades del pequeño y así intervenir y darles un manejo adecuado.
  • Permite que los padres compartan con sus hijos momentos especiales de crecimiento emocional.
  • Favorece los procesos de aprendizaje, la constitución de bases sólidas en la formación de los niños, las buenas relaciones interpersonales, el buen control del cuerpo (que los hace seguros de sí mismos), el manejo de las nociones y conceptos que deben manejar dependiendo de su edad y grandes habilidades de acuerdo con los talentos que tenga cada uno.
También debemos dejar claro una serie de creencias erróneas acerca de la estimulación temprana, ya que muchos padres piensan que a través de ella conseguirán que sus hijos sean más inteligentes. Esto no es así, ya que de lo que se trata es de construir buenos cimientos y de darles una oportunidad de aprender con más facilidad y desarrollar sus talentos de una manera más efectiva.

Aquí es importante mencionar que la capacidad intelectual viene genéticamente determinada y es facilitada u obstaculizada por el medio ambiente en el que se desarrolle el niño. Por lo tanto, una estimulación adecuada facilita el desarrollo intelectual, pero no genera una capacidad intelectual adicional.

Un buen programa de estimulación comienzan desde el momento de la concepción y están basados en el amor. La gran diferencia aquí viene determinada por los cuidados que intrauterinamente puede recibir un bebé, cuando se le canta, habla, lee etc. En ese sentido, no hay nada que favorezca más el desarrollo de un ser humano que el sentirse amado, pues esto reafirma la autoestima, la motivación, el esfuerzo, etc.

Una pregunta importante que se hacen muchos padres en este momento es ¿Son favorables los centros de estimulación?

La mayoría de niños no crecen en un ambiente donde se les estimulen constantemente, tanto de manera motriz, emocional, o lingüística, ni donde pueda contar con la presencia y compañía permanente de la madre, por lo menos los primeros 5 años de vida. Es por esto que los centros de estimulación son una opción muy importante, en la medida en que posibilitan todas estas experiencias, aparte de la estimulación que se puede hacer en casa.

Es innegable que los sitios especializados ofrecen innumerables beneficios, pues buscan enseñar a los papás a estimular a sus hijos, además ofrecen un espacio donde poder socializarse con otros niños de su edad, también cuentan con equipos psicomotores, material didáctico y profesionales idóneos y capacitados para guiar y orientar.

La mejor forma de estimular a los niños es a través del juego, de una manera natural y sin premeditación. De esta manera los padres comienzan a entender el comportamiento de sus hijos, a saber dónde está el límite en cada momento, a saber cuándo una actividad debe parar y aprenden a respetar las necesidades de los pequeños.

Para empezar, los ejercicios que se realizan para iniciar la estimulación táctil y movimientos de manos y piernas de los peques, nunca deben ir en contra de lo que naturalmente el bebé podría hacer, así poco a poco se consigue el desarrollo motriz y el despertar del sentido del tacto.

Se tienen evidencias de que con este tipo de estimulación táctil, se consigue que el niño prematuro gane peso mucho más rápido, y que además todos los niños tengan mayor seguridad y mejor motricidad. Al igual que facilita la formación de un vínculo muy importante entre el bebé y sus padres, de ahí la confianza y seguridad que muestran con el tiempo.

El tacto es uno de los sentidos más desarrollados de los recién nacidos y en el momento del nacimiento, tienen una tensión muscular alta, que lo podemos comprobar porque tienen los brazos y las piernas encogidas. Gracias a esta estimulación táctil (masaje) conseguimos relajar los músculos y ayudar a que el bebé abra las manos y extienda sus extremidades.

Entre los beneficios del masaje tenemos:

  • El alivio y relajación del bebé.
  • La interacción y fortalecimiento del vínculo entre padres y pequeño.
  • Los adultos obtienen una mejor lectura de la información que les envía el bebé a través de su lenguaje no verbal, por lo que pueden saciar sus necesidades de manera más rápida y efectiva.
  • Logros lingüísticos, pues mientras la madre o el padre realizan dicha rutina, le habla, canta y consiente, ayudando a promover el desarrollo del lenguaje.

Luego, una vez el pequeño comienza a gatear, entre los 7 y los 9 meses, la estimulación cambia. Aquí es cuando entramos en el juego, con una visión más lúdica, ya que es lo que nos empieza a demandar el bebé, con materiales para despertar su interés y curiosidad, con distintas formas, colores, tactos, olores etc. Más adelante, será el pequeño el que guiará las actividades que quiere realizar, ya que tomará una iniciativa de exploración.

Con respecto al lenguaje, la estimulación viene dada por canciones y rimas. La música clásica les relaja, pero también hay que ofrecerles otros estilos para que puedan bailar y cantar, mostrando expresión corporal. De esta manera conseguimos el desarrollo lingüístico y musical.

Para terminar, también debemos tener en cuenta las áreas artísticas, como pintar y dibujar, para desarrollar también la motricidad fina.

Como podemos ver, dentro de la estimulación, existen muchos conceptos todavía que debemos descubrir y estudiar con más profundidad. Pero lo que está claro es que tener asesoramiento profesional y permitir que los peques se desenvuelvan de acuerdo a sus intereses, edades, gustos, etc. debe estar por encima de las ansias de los padres por el desarrollo apresurado.

Resumen de lo más importante en la estimulación temprana:

  • Respetar el tiempo de respuesta del niño, elegir un momento tranquilo para jugar, evitando hacerlo cuando esté cansado o sobrecargado.
  • Elegir objetos agradables al tacto, al oído, al paladar.
  • Los juegos deben ir acompañados por canciones, palabras y sonrisas.
  • El juego tiene que ser algo placentero para los dos.
  • Aprovechar el momento del baño para darle un masaje.
  • Usar la música mientras va en el coche o en casa.
  • Enseñarle libros, si es un bebé hay libros de tela, de plástico, con olores y distintas texturas.
  • Contarle cuentos antes de dormir.

Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado.
Perenquén GPI.


Referencias consultadas:
http://www.abcdelbebe.com/que-es-la-estimulacion-y-cuando-debe-ponerse-en-practica
http://www.abcdelbebe.com/conozca-en-que-consiste-la-estimulacion-y-cuales-son-sus-beneficios
http://www.abcdelbebe.com/bebe/0-6-meses/salud/masajes-para-estimular-y-favorecer-el-desarrollo-de-los-bebes
http://www.guiainfantil.com/1149/como-estimular-a-un-bebe.html