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lunes, 27 de abril de 2015

La Serotonina, esa gran manipuladora!

Las situaciones que vivimos a lo largo del día afectan a nuestro cuerpo de una manera positiva o negativa, y eso no lo podemos evitar. Pero nuestro estado de ánimo además se ve afectado por la forma en que percibimos e interpretamos esas situaciones, junto a la disposición biológica de cada uno, y eso sí que es susceptible de cambio.

La Serotonina es un neurotransmisor que tiene un gran papel en nuestro bienestar, ya que si los niveles son bajos, caemos en un estado depresivo, mientras que si son niveles adecuados, nos sentimos felices.

Nuestro cuerpo es el que fabrica este neurotransmisor, pero a veces su funcionamiento se ve alterado por múltiples causas, tales como el estrés, la ansiedad, alguna enfermedad, etc. Por ello se suele recetar inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, es decir, antidepresivos. 

Pero también existen algunas pautas naturales que podemos realizar para influir en la producción de serotonina, como comer algunos carbohidratos (pasta, arroz) o alimentos ricos en triptófano (plátano, almendras, nueces). También aumentan los niveles de serotonina el ejercicio vigoroso (durante mínimo 15 a 30 minutos al día), hacer actividades novedosas, practicar técnicas de relajación (meditación, yoga).

Muchas veces comemos dulces porque el cuerpo nos lo pide y casi no lo podemos evitar, y tras haberlo ingerido, los niveles de serotonina suben, produciéndonos bienestar y es cuando pensamos que no nos lo teníamos que haber comido, pero ya está hecho.

Es curioso que cuando los niveles de serotonina están altos, la sensación de felicidad hace que disminuyan las ganas de comer dulces. Pero cuando los niveles son bajos, el cuerpo nos pide algo dulcito, de ahí la fama del chocolate para nuestro bienestar.

La producción de Serotonina se encuentra bajo el control de la luz solar, ya que se produce por una glándula que se activa al anochecer y va disminuyendo su producción durante la claridad. Es decir, por la mañana los niveles son altos pero según va pasando el día, los niveles caen, sobre todo tras las 4 de la tarde, por eso a esas horas es cuando las personas se sienten más tristes y ansiosas.

Investigadores han descubierto que de ahí viene el incremento de los síntomas depresivos de las personas en los meses de otoño e invierno, porque la luz solar permanece menos tiempo y hace que disminuya la actividad de las neuronas que contienen dicho neurotransmisor. Incluso esto es más acusado en las personas con depresión, por eso la fototerapia para reducir los síntomas depresivos en estos pacientes se basa probablemente en la capacidad de la luz para activar esas neuronas.

Por otro lado, la Serotonina, como muchas otras hormonas, es una droga natural que se asemeja al LSD, por ello se dice que juega un papel importante en varios desórdenes y que puede ser utilizada como droga para intentar curar comportamientos suicidas, y problemas físicos. Esto es así porque tiene efectos emocionales inmediatos, los fármacos que se suelen recetar a pacientes depresivos, tienen estructuras químicas análogas.

Incluso, aunque no lo parezca, hay una conexión directa (para los varones mamíferos dominantes solamente) entre la energía, la serotonina y la actividad sexual (que explica porqué son generalmente también los más activos sexualmente).


Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado
Gabinete Psicología Perenquén

Enlaces consultados:
http://viajealcentrodelcerebro.es.tl/La-serotonina.htm

martes, 21 de abril de 2015

Las ventajas de llorar

Llorar genera sensación de tranquilidad cuando nos sentimos tensos, ansiosos, enfadados, tristes... así que no lo evites cuando sientas que te hace falta!

Aquí te exponemos 8 ventajas de llorar:
  1. Elimina las emociones negativas. Llorar hace que las emociones (rabia, ira, angustia, entre otras) salgan fuera de manera física y con ello, disminuyan las sensaciones negativas que sentimos. 
  2. Ayuda a aceptar el error cometido para corregirlo. Si se llora por un motivo en especial, como un error, y se aprende, la persona evoluciona, generando cambios importantes en su vida. 
  3. Expresa sentimientos. Desde bebés nos comunicamos por medio del llanto, por eso al llegar a la madurez no deberíamos dejarlo de lado. Llorar visibiliza nuestros sentimientos.
  4. Es un grito de ayuda. Cuando lloramos, indirectamente, estamos enviando el mensaje de que queremos ser socorridos. A veces no somos capaces de pedir ayuda con palabras pero igualmente queremos que nos brinden apoyo, y llorar es una buena manera.
  5. Genera bienestar. Tras el llanto aparece una sensación de alivio, de desahogo, de descanso, que libera la presión retenida.
  6. Ayuda al autoconocimiento. Al llorar reconocemos nuestras propias debilidades y nuestras cualidades para asumir el mundo, de esta manera nos conocemos mucho mejor y nos sentiremos mejor con nosotros mismos.
  7. Elimina toxinas. Llorar ayuda a combatir las bacterias que se acumulan en la vista, al limpiar el canal visual y evitando la sequedad de los ojos. 
  8. Libera el estrés. Genera liberación de adrenalina, (hormona encargada de la activación de nuestro sistema nervioso) y noradrenalina (conocida como la hormona del estrés), que ayudan a eliminar la tensión física y emocional. 

Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado
Gabinete Psicología Perenquén

Enlaces consultados:
http://www.cromos.com.co/estilo-de-vida/cuidado-personal/articulo-147297-8-beneficios-de-llorar

lunes, 13 de abril de 2015

¿Realmente tengo depresión?

¿Qué es la depresión?

La depresión es un trastorno del estado de ánimo, un estado de decaimiento y sometimiento tanto psicológico y biológico, siendo importante y continuado, que se manifiesta a través de síntomas psíquicos (pudiendo aparecer desinterés, tristeza, desmoralización, disminución de la autoestima...) y somáticos (pudiéndose presentar en forma de pérdida del apetito, disminución del peso corporal, astenia, alteraciones del sueño con periodos de insomnio y de somnolencia, etc).

Hay que tener en cuenta que como depresión se descartan los episodios de tristeza pasajera o frustración, ya que se consideran una reacción natural de la persona ante acontecimientos negativos (duelos, divorcios, etc.) aunque si se prolonga más allá de los 6 meses o es tan importante que incapacite a la persona, puede desembocar en lo que clínicamente se conoce como una depresión mayor.

Tampoco se engloba como depresión los síntomas depresivos ante situaciones que conlleven un fuerte estrés, pero que luego irán remitiendo paulatinamente a partir de que desaparezca el desencadenante del estrés; es lo que se denomina trastorno adaptativo con estado de ánimo deprimido.

Los mismo ocurre con las depresiones secundarias, que son aquellas que muestran síntomas depresivos pero que tienen su causa en problemas somáticos o están provocados por ciertos medicamentos.

Algunos especialistas nos alertan de que todos en algún momento pasaremos por una depresión en nuestras vidas y de que la mitad de las personas que sufren depresión, dejan el tratamiento antes de los 6 meses recomendados, llevando a recaídas y cronicidad.

Tipos de depresión:

Grupo A
  • Duración no inferior a 2 semanas.
  • No atribuible al consumo de sustancias psicoactivas o a trastornos mentales orgánicos.
Grupo B
  • Humor depresivo no habitual en el paciente, constante durante todo el día y mantenido en el tiempo de forma casi constante. No varía con las circunstancias ambientales del sujeto, y persiste al menos durante 2 semanas.
  • Pérdida o ausencia de interés por actividades anteriormente placenteras.
  • Aumento de la capacidad de fatiga, o pérdida de la vitalidad habitual.
Grupo C
  • Pérdida de la autoestima y de la confianza en uno mismo. Sentimiento de inferioridad no justificado prolongado en el tiempo.
  • Auto-reproches constantes y desproporcionados con sentimiento de culpa excesiva e inadecuada.
  • Pensamientos de muerte o suicidio recurrentes, incluyendo tentativas.
  • Disminución de la capacidad de concentración y pensamiento. Suele acompañarse de falta de decisión.
  • Aparición de lentitud de las funciones motoras, o agitación.
  • Alteraciones del sueño.
  • Variaciones del peso corporal por descontrol alimentario (aumento o descenso marcado del apetito).
Grupo D
  • Presencia de síndrome somático, compuesto por alucinaciones, delirios, retardo psicomotor o estupor grave, concordantes o no con el estado anímico del paciente.
De acuerdo a estos criterios se puede clasificar el cuadro depresivo en:

  • Episodio depresivo leve: presenta dos o tres síntomas del grupo B. Estos pacientes, por lo general, son capaces de continuar con sus actividades habituales con total normalidad.
  • Episodio depresivo moderado: el paciente presenta al menos dos síntomas del grupo B y un cierto número del grupo C, hasta conformar un mínimo de seis síntomas. Estos pacientes presentan dificultades manifiestas para el desarrollo de las actividades habituales.
  • Episodio depresivo grave: presentan todos los síntomas del grupo B, unidos a varios del grupo C, hasta conformar un mínimo de ocho síntomas. Estos pacientes presentan una situación emocional marcadamente ligada a la angustia, especialmente con pérdida de autoestima y sentimientos intensos de culpa e inutilidad. En estos episodios cobran relevancia los intentos de suicidio, asociados a la carga somática, principalmente en los pacientes de sexo masculino, por lo que estos pacientes deben ser controlados de forma constante e incluso, en determinados casos, se debe valorar la hospitalización del paciente. En esta fase pueden aparecer asociados síntomas del grupo D.
Causas de la depresión:

Entre las principales causas se encuentran:
  • Factores genéticos.
La presencia de antecedentes de depresión en el ámbito familiar cercano (padres y hermanos) incrementa en un 25-30% la probabilidad de sufrir depresión. En diversos estudios se ha determinado que en los gemelos monocigóticos hay un 50% más de probabilidades de que uno de los hermanos padezca depresión en el caso de existir precedentes en el otro. Este porcentaje se reduce al 25% en el caso de gemelos dicigóticos.
  • Factores fisiológicos.
La aparición y cronificación de la depresión se ha relacionado especialmente con un descenso de los niveles de serotonina a nivel de las uniones neuronales. Por este motivo, en el tratamiento de la depresión se emplea en ocasiones un grupo de fámacos, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, cuya función consiste precisamente en modificar los niveles de serotonina que se encuentran alterados en estos pacientes. Existe, además, un grupo de enfermedades estrechamente ligadas a la aparición de depresión, la mayoría de ellas relacionadas con alteraciones endocrinas:
  1. Migraña.
  2. Diabetes.
  3. Hipertiroidismo.
  4. Síndrome de Cushing.
  5. Enfermedad de Adisson.
  6. Amenorrea hiperprolactinémica.
  • Factores personales.
Se ha visto que existe un porcentaje significativamente mayor de depresión en mujeres que en hombres. La edad también es un factor influyente, y la franja comprendida entre los 35 y los 45 años es la de mayor incidencia de depresiones. El embarazo y el posparto son etapas vitales de la mujer con un mayor riesgo de aparición de depresión debido a las alteraciones hormonales sufridas.
  • Factores ambientales
Se consideran factores potenciadores de la aparición de este trastorno todos aquellos que son negativos para el sujeto (estrés, ansiedad, incapacidad de encauzar los problemas...) en cualquiera de sus ámbitos personales (laboral, familiar...), en especial si el sujeto se encuentra además en una situación de dependencia o consumo habitual de alcohol, tabaco, drogas, etcétera. Una situación de escasas o nulas relaciones interpersonales potencia especialmente estos factores.

Síntomas de la depresión:

Son varios los síntomas que pueden presentarse durante la depresión, sabiendo que, cuantos más síntomas se aparezcan y cuanto más graves sean, más difícil será la recuperación.

De forma general, deben existir al menos 2 de estos 3 síntomas típicos de la depresión:
  • Ánimo o humor depresivo no habitual en el paciente, constante durante todo el día y mantenido en el tiempo de forma casi constante.
  • Pérdida o ausencia de interés por actividades anteriormente placenteras.
  • Aumento de la capacidad de fatiga, o pérdida de la vitalidad habitual.
Además pueden aparecer los siguientes síntomas:
  • Estado de ánimo depresivo, de duración no inferior a dos semanas.
  • Situación no atribuible al empleo de sustancias psicoactivas o a la presencia de algún trastorno mental orgánico.
  • Disminución o desaparición del interés y la capacidad de disfrute por las cosas que anteriormente resultaban placenteras.
  • Ausencia de respuestas emocionales ante eventos que, generalmente, suelen desencadenar reacciones.
  • Alteraciones del sueño: es especialmente frecuente la incapacidad de conciliar el sueño (insomnio de conciliación), la de mantenerlo durante más de dos horas consecutivas (insomnio de mantenimiento), o despertarse al menos dos horas antes de la hora prevista.
  • Empeoramiento progresivo durante el día del humor depresivo.
  • Aparición de lentitud en las funciones motoras o agitación.
  • Disminución marcada del apetito.
  • Disminución del peso corporal por descontrol alimentario (aumento o descenso marcado del apetito) de al menos un 5% en el último mes evaluado.
  • Disminución marcada o ausencia de apetito sexual.
  • Pérdida de la autoestima y de la confianza en uno mismo. Sentimiento de inferioridad no justificado prolongado en el tiempo.
  • Auto-reproches constantes y desproporcionados con sentimiento de culpa excesiva e inadecuada.
  • Pensamientos de muerte o suicidio recurrentes, incluyendo tentativas.
  • Disminución de la capacidad de concentración y pensamiento. Suele acompañarse de falta de decisión.
En este sentido también es muy importante el papel de la familia a la hora de detectar los síntomas de la depresión.

Aquí te dejamos un test de depresión:
http://testdedepresion.com

Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado

Enlaces consultados:
http://www.webconsultas.com/depresion

sábado, 4 de abril de 2015

¿Qué tener en cuenta cuando esperamos nuestro primer bebé?

¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de traer al mundo a nuestro primer bebé?

  1. Desde que le comuniquemos a nuestros familiares y amigos que vamos a tener un bebé, comenzamos a recibir miles de recomendaciones, muchas contradictorias incluso, sobre cómo deberíamos afrontar estos momentos. Pero al final, de lo que se aprende es de la propia experiencia, porque una cosa es lo que pensamos que es ser padres y otra muy distinta es serlo. Nunca somos totalmente conscientes de lo que nos va a cambiar la vida cuando tengamos a nuestro hijo. Así que sólo nos queda relajarnos, disfrutar del momento y aprender un poco cada día.
  2. Tras el parto, la pareja debe pasar unos días de cuarentena sexual para que la mujer se recupere, por eso debemos mantener la llama de la pasión encendida. No debemos dejar que nuestro nuevo rol de padres enfríe la relación amorosa.
  3. El bebé trastocará por completo nuestra rutina y horarios, con lo que llegará el cansancio y saldrá a flote el mal humor. No debemos olvidarnos de la buena comunicación entre la pareja, la complicidad y la generosidad.
  4. Al principio, sobre todo en la madres, nos cuesta mucho despegarnos del bebé, pero es vital crear espacios de intimidad para la pareja. Todo el mundo gira alrededor del bebé, pero al menos una vez a la semana es recomendable crear un espacio para los dos. Aunque es difícil de realizar, no hay que dejar este punto a un lado, ya que en los primeros 3 años tras el nacimiento, se producen muchas separaciones, y son los niños quienes lo acaban pagando.
  5. El bebé nos demandará casi al 100%. Si la madre le da el pecho, el bebé le necesitará una media de 6 horas diarias, más cambiarle de pañal 7 veces al día, mimarlo, jugar, etc.
  6. Encima, la mayoría de los bebés se despiertan llorando varias veces durante la noche, ya que el llanto es su medio de comunicación. Aquí es cuando empiezan los "te toca a tí", así que debemos ser pacientes y generosos, e intentar no pagar nuestro mal humor por el cansancio con nuestra pareja y por supuesto, tampoco con el bebé.
  7. En los fines de semana, los hobbys que teníamos, van desapareciendo para pasar a ejercer de padres. Pero como decíamos antes, podemos organizarnos bien y buscar tiempo para todo. También buscar la complicidad de la pareja para mantener un poco de vida personal de cada uno por separado. Es una tarea realmente complicada, ya que nuestro bebé necesita una atención de 24 horas, pero si tenemos algún miembro de la familia en la que confiar, se facilitan más las cosas.
  8. Y como decimos que el bebé necesita 24 horas de atención, vienen las preguntas de: nos podemos permitir dejar de trabajar uno de los dos? Quién de los dos? Hay dinero para guardería? Hay muchas cuestiones y cálculos que hacer.
  9. Por otra parte, la mayoría hacemos proyecciones de nosotros mismos sobre nuestros hijos, es decir, proyectamos en ellos nuestros miedos, carencias, fracasos, etc. Por lo que muchos intentan convertirse en padres perfectos y cayendo en dos tópicos: padres hiperexigentes o padres sobreprotectores. Ambos estilos son perjudiciales para el bebé. Por ello, se debe tener en cuenta que los pequeños deben sentir el dolor si se caen al suelo, deben experimentar por ellos mismos, necesitan equivocarse para poder aprender, etc.
  10. Lo mejor que podemos ofrecerle a nuestro bebé es compartir nuestro bienestar emocional, tener sus necesidades como nuestras prioridades, brindarle amor, paciencia, comprensión y como hemos venido diciendo durante todo el artículo, no perder de vista nuestra vida amorosa.
  11. En cualquier caso, si en algún momento tenemos dudas sobre alguna cuestión, las circunstancias nos sobrepasan o no sabemos llevarla, no dude en acudir a un especialista. Todos en algún momento necesitamos ayuda y no debemos avergonzarnos por ello, ni sentirnos malos padres, ya que precisamente eso es lo que nos indica que lo estamos haciendo bien.


Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado
Gabinete Psicología Perenquén

Enlaces consultados:
http://elpais.com/elpais/2014/03/26/eps/1395835156_851247.html