Datos del Gabinete

lunes, 26 de enero de 2015

Enfermedades frecuentes en el primer año de vida

En los bebés pueden aparecer enfermedades que les afectan desde el nacimiento (congénitas), otras para las cuales su programación genética está predispuesta (genopatías) y otras que son trasmitidas por sus padres (hereditarias). 

Exponemos las más frecuentes:

Recién nacidos:
  • Ictericia: es una enfermedad que aparece cuando el hígado no logra metabolizar la bilirrubina (pigmento de la bilis), su acumulación en la sangre produce que la piel y las mucosas del bebé pueden adquirir un color amarillento. El tratamiento se trata de baños de sol que estimulan el funcionamiento de las enzimas del hígado, por lo que habitualmente no se requiere otro tratamiento. Sin embargo, cuando los niveles de bilirrubina son muy altos, puede impregnarse en los tejidos e incluso en el cerebro (Kernicterus), poniendo en riesgo la vida del bebé. 
  • Sépsis: como en los bebés los mecanismos de defensa aún no están completamente desarrollados, todas las infecciones que se presentan durante el primer mes de vida pueden extenderse con facilidad a todo el organismo a través de la sangre, incluyendo el sistema nervioso central, poniendo en riesgo su vida. Existe un mayor riesgo si el bebé fue prematuro o su mamá es portadora de una enfermedad crónica. En cuanto al tratamiento debe realizarse internado en un hospital, con antibióticos intravenosos e hidratación adecuada. 
  • Enfermedad por reflujo gastroesofágico: normalmente los recién nacidos regurgitan cierta cantidad de leche desde el estómago hasta la boca, a lo cual se denomina reflujo gastroesofágico, sin embargo, cuando la cantidad y la frecuencia aumentan, provocando complicaciones como alteraciones en el crecimiento y en la nutrición, infecciones respiratorias frecuentes (rinofaringitis, neumonías, etc.) o apnea (esfuerzo para respirar), se denomina enfermedad por reflujo. El tratamiento está compuesto por medicamentos que promueven el movimiento del tubo digestivo y disminuyen la acidez del estómago, además de fórmulas antirreflujo o hidrolizados de leche. 
  • Dermatitis seborreica y atópica: es el enrojecimiento de la piel y la aparición de escamas blancas (parecidas a la caspa en el adulto), particularmente en el cuero cabelludo, en ocasiones evitan el crecimiento del pelo. Su causa no está bien determinada pero se relaciona con niveles hormonales altos y la presencia de un hongo que se instala en las glándulas sebáceas. El tratamiento es muy sencillo, ya que se trata de untarle aceites que conservan la humedad, ácido salicílico tópico y shampoo con antimicótico. 
  • Criptorquidia: es cuando los testículos no han logrado descender a las bolsas escrotales; ocurre en hasta 4% de los recién nacidos y sus causas son hormonales. Los testículos que no bajan o no son descendidos en forma quirúrgica pierden sus funciones y son un factor de riesgo para cáncer testicular. El tratamiento casi siempre es quirúrgico y se realiza entre el año y los cuatro de edad. 
  • Displasia congénita de cadera: la cadera está conformada por una bola y un receptáculo articulatorio. En algunos recién nacidos, el receptáculo está demasiado superficial y la bola (fémur) puede salirse parcial o completamente. Los bajos niveles de líquido amniótico en el útero durante el embarazo pueden incrementar el riesgo para el bebé de padecer esta enfermedad. Se detecta durante los primeros meses mediante exploración y, a los tres meses, con ultrasonido y/o radiografía de caderas.El tratamiento varía de acuerdo a la intensidad y la edad del diagnóstico, abarcando desde un aparato de yeso hasta cirugía. 
  • Diarrea y dermatitis del pañal: es la disminución en la consistencia y/o aumento en la periodicidad de las evacuaciones. A consecuencia de este trastorno, puede haber dificultad para digerir correctamente los carbohidratos, en particular la lactosa, presentando evacuaciones líquidas, con grumos y mal olor. Por el alto contenido ácido de las evacuaciones, éstas pueden provocar rozaduras, especialmente si tardan mucho los cambios de pañal. En cuanto al tratamiento hay que tener en cuenta que las lesiones se caracterizan por enrojecimiento, granos, ampollas y hasta úlceras, que en su mayoría necesitan de una crema secante. 
  • Dificultad respiratoria: para que los pulmones logren mantenerse expandidos después del primer llanto es necesario contar con una sustancia denominada surfactante que se sintetiza durante las últimas etapas del embarazo. Si no está presente el bebé puede desarrollar síndrome de dificultad respiratoria, poniendo en riesgo su vida. Para el tratamiento el bebé requiere surfactante y ventilación mecánica, además de cuidados neonatales. 
Lactantes (0 a 1 año):
  • Cólicos: no se definen como una enfermedad, sino como un trastorno funcional. Habitualmente se presentan antes de las seis semanas y suelen mejorar a los cuatro meses. Algunas veces se relacionan con la alimentación materna y otras con reflujo gastroesofágico o alergia a la proteína de la leche. En relación al tratamiento, existen formas de controlarlos que son múltiples y la mayor parte de las veces se resuelven espontáneamente, ayudándose de antiespamódicos ocasionales, el cambio de fórmula y mucha paciencia. 
  • Estreñimiento: se trata de la disminución en la frecuencia de las evacuaciones, la dificultad durante la misma y el aumento de la consistencia. La causa principal es la falta de movimiento intestinal, aunque existen enfermedades específicas que lo pueden provocar (enfermedad de Hirschsprung). El tratamiento depende de la intensidad que puede ser desde el aumento de líquidos, cambios de fórmula, incorporación de jugos de frutas ricos en fibra, laxantes y lubricantes. 
  • Síndrome de muerte súbita del lactante: aunque solamente afecta a uno de cada 2,000 recién nacidos, es una preocupación habitual entre los padres. Se define como la muerte inexplicable, repentina e inesperada de un niño menor de un año. Aunque se han postulado muchos mecanismos causales, solamente pocos se han comprobado. 
  • Hipertrofia congénita de píloro: durante la exploración física, puede palparse un engrosamiento en forma de aceituna en la unión entre el estómago y los intestinos (oliva pilórica). Es una causa muy frecuente de vómitos en los lactantes, predominantemente en varones. Se presenta con vómitos explosivos, bajo peso y deshidratación. El tratamiento consiste en empezar por administrar líquidos y corregir los trastornos metabólicos ocasionados por los síntomas, y luego se requiere de una cirugía para la corrección definitiva. 
  • Infección urinaria: afecta a ambos sexos pero hay una ligera predisposición en los niños menores de un año. La mala higiene y no cambiar el pañal frecuentemente son factores de riesgo para que ésta se presente. Los bebés no circuncidados acumulan secreciones que también contribuyen. Si se presentan repetidamente debe descartarse la posibilidad de malformaciones congénitas de la vía urinaria a través de un ultrasonido, gammagrafía y rayos X. El tratamiento debe tener en cuenta la importancia de la detección y la aplicación oportuna de antibióticos que puede evitar lesiones del riñón e incluso insuficiencia renal. 

Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado
Gabinete Psicología Perenquén

Enlaces consultados:
http://www.bbmundo.com/bebes/salud-bebes/enfermedades-frecuentes-en-el-primer-ano-de-vida/

No hay comentarios:

Publicar un comentario