Los beneficios del masaje infantil son muchos y muy importantes, no sólo en el ámbito fisiológico, sino también en cuanto a las fibras sensibles del sistema emocional se estimulan y se fortalecen para poder crear un marco de confianza, seguridad y aceptación emocional, con lo que se consigue favorecer un crecimiento más equilibrado.
Los beneficios del masaje infantil nos viene a distintos niveles que comentamos:
- Nivel fisiológico:
- Sistema nervioso: el mayor y más poderoso sistema de comunicación que disponen los bebés es la piel, ya que a través del tacto se transmiten una gran cantidad de mensajes del medio externo al interno, es decir, al cerebro, favoreciendo el proceso de mielinización. Este sistema de comunicación es el predominante gran parte de la vida del niño, hasta los 12 años.
- Sistema hormonal: la prolactina es una hormona que se encarga de la producción de leche y es fundamental en la relación entre la madre y el bebé, y que facilita la conducta maternal. También se desprende del padre o hermanos cuando tienen un contacto afectuoso con el niño a través del tacto.
- Reducción del ACTH y las catecolaminas.
- Liberación de endorfinas, oxitocinas y prolactinas.
- Sistema inmunológico: cuando los bebés están en un situación de tranquilidad, el sistema inmunológico mantiene su equilibrio, al contrario de cuando siente estrés. Por ello, la seguridad emocional que le pueden proporcionar los padres a través de un contacto corporal amoroso y continuado, junto al sentirse en un estado de tranquilidad y relajación, fortalecerá su sistema inmunológico.
- Sistema gastro-intestinal: los masajes aportan grandes beneficios al sistema gastro-intestinal a la hora de madurarlo y regularlo. Además ayuda en los cólicos, gases, incomodidades y favorece la creación de un ambiente más relajado en la familia, lo que favorece una mejor relación familiar desde los primeros días.
- Sistema respiratorio: el masaje en la zona del pecho, espalda y hombros, ayuda a regular el sistema respiratorio.
- Sistema circulatorio: el masaje ayuda en los movimientos de vaciado venoso, los de entrada aportan un efecto tonificante, y los de salida un efecto relajante. Lo que produce es que a mayor aporte de oxígeno, mayor limpieza de la sangre.
- Sistema linfático: el masaje ayuda a drenar el sistema linfático de una manera suave.
- Sistema muscular: el masaje tiene un efecto relajante y tonificante en la musculatura del bebé, disuelve nudos de tensión física y emocional que se van acumulando en distintas zonas musculares, dependiendo de la fase motriz en la que se encuentre el pequeño.
- Placer sensorial: gracias al masaje los bebés toman conciencia de una manera placentera, de las dimensiones y espacio de su cuerpo en relación al mundo externo, es decir, les permite conocer sus límites corporales, de esta manera aprenden dónde están los límites respecto a los demás y a respetarlos. Cuando dicho conocimiento es placentero, produce una buena aceptación de uno mismo, parte importante para la seguridad, confianza y autoestima, gracias a ellos los niños obtienen un buen equilibrio emocional, les permite abrirse al mundo y aceptar a los demás.
- Equilibrio tensión-relajación: con los masajes los bebés aprenden a responder a la tensión con relajación, además un masaje diario aumenta el umbral que tenemos para soportar los estímulos, sobre todo la cantidad de estímulos que soportan los niños. En los bebés prematuros aparecen problemas de aceptación del tacto, y con los masajes van aumentando de manera gradual, suave y cuidadosa, la tolerancia. Una parte importante también es escuchar al bebé mientras se da el masaje. A veces los pequeños lloran cuando se les masajea, y puede que no esté relacionado con una razón fisiológica concreta, sino al rechazo al contacto. Incluso puede deberse a una vía de salida de una situación estresante, por lo que ese llanto es positivo. En definitiva, el masaje tiene dos funciones: liberar tensiones físicas y liberar tensiones emocionales.
- Tensión: los estímulos táctiles, auditivos, visuales, emocionales etc. que se implican dentro del masaje infantil, ponen a los bebés en un estado de alerta, lo que produce mejores procesos de memorización y aprendizaje.
- Relajación: ayuda a autorregular y procesar experiencias vividas y liberar tensiones excesivas acumuladas en un clima cálido, tranquilo y con amor.
- Vínculo afectivo: son una parte importantísima en la relación y comunicación, ya que ayuda a crear y nutrir lazos entre bebés y padres. Cuando tenemos vínculos afectivos fuertes, tenemos una buena base para un conocimiento mutuo mejor. Es más, cuando las condiciones no han sido favorables y no ha existido un vínculo inicial, con el masaje se puede llegar a potenciar dicho vínculo. En definitiva, cuanto más vínculo exista:
- Habrá una comunicación más fuerte sobre la que se construye el desarrollo positivo del bebé como persona.
- También debe existir hacia el padre, ya que es parte básica del núcleo familiar, gracias al masaje se permite que el padre también encuentre una relación intensa con el bebé desde los inicios.
- Menos probabilidad de abandono físico, psíquico o emocional del bebé, por lo que disminuye el riesgo de maltrato infantil.
Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado
Perenquén GPI
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