El Alzheimer es una enfermedad degenerativa del sistema nervioso que cada día afecta a más personas. Esta dolencia ataca a personas de edad más avanzada. Hablamos de una patología irreversible, y se caracteriza normalmente por una progresiva pérdida de memoria y de otras capacidades mentales.
Son muchos los estudios que corroboran los beneficios de la terapia asistida con perros en personas mayores con alzheimer u otras demencias. El principal objetivo de estos tratamientos no farmacológicos es mejorar la calidad de vida de los ancianos, incidiendo en cuatro áreas fundamentales: la física, la cognitiva, la emocional y la social. Los animales se convierten así en la mejor medicina para los pacientes, cuyo estado de ánimo mejora notablemente con el simple contacto con la mascota. Asimismo, los canes pueden ser el estímulo necesario para que los abuelos superen pérdidas emocionales y sociales y, en algunos casos, incluso mejoren su movilidad.
Se aprovecha el estímulo de los animales para mejorar la motricidad, realizando acciones cotidianas como peinarse o pasear, sostener pero, trabajar el equilibrio y la marcha, mantener la autonomía lo más posible, etc.
La terapia, de una hora de duración, se inicia con la presentación de las perritos, que saludan uno a uno a los residentes. Tras los saludos de rigor, se habla de las características de los canes, una actividad que ayuda a estimular la memoria de los participantes. Asimismo, se realizan ejercicios de motricidad fina, como peinar o poner lacitos a los animales y motricidad gruesa, como pasear, mover los brazos o lanzar una pelota a los perros.
Los perros están entrenados para ello, lo primero que se les enseña es a apoyar la cabeza sobre el paciente, dejarse acariciar y manipular. Los animales aprenden a traer objetos y a depositarlos en diferentes lugares, en la mano del paciente, en el suelo o en su rodillas, según lo que se pretenda trabajar con el enfermo (movimientos, gestos de gratitud hacia el animal…) Cada raza de perro aporta beneficios distintos, pero lo que importa es que el animal se adapte a lo que se pretende realizar.
Se aprovecha el estímulo de los animales para mejorar la motricidad, realizando acciones cotidianas como peinarse o pasear, sostener pero, trabajar el equilibrio y la marcha, mantener la autonomía lo más posible, etc.
La terapia, de una hora de duración, se inicia con la presentación de las perritos, que saludan uno a uno a los residentes. Tras los saludos de rigor, se habla de las características de los canes, una actividad que ayuda a estimular la memoria de los participantes. Asimismo, se realizan ejercicios de motricidad fina, como peinar o poner lacitos a los animales y motricidad gruesa, como pasear, mover los brazos o lanzar una pelota a los perros.
Los tratamientos convencionales específicos para tratar el Alzheimer no siempre son efectivos, en ocasiones los pacientes tienen la capacidad pero no la motivación para seguir el proceso. En cambio, aquí el perro les motiva y es la excusa para trabajar aspectos no sólo físicos, sino también cognitivos, emocionales y sociales.
Texto redactado por:
Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado
Gabinete Psicología Perenquén
Enlaces consultados:
http://www.elmundo.es
http://tratamientoalzheimer.com
http://www.dogaboo.com/un-perro-un-ciudadano-para-enfermos-de-alzheimer/
http://tratamientoalzheimer.com
http://www.dogaboo.com/un-perro-un-ciudadano-para-enfermos-de-alzheimer/
No hay comentarios:
Publicar un comentario