Entre los 2 y 3 añitos de edad, los niños suelen tener amigos imaginarios y mantenerlos hasta los 7 años (70% de los casos) e incluso llegar a los 13 años (30% de los niños). Es un fenómeno normal dentro de dicha etapa evolutiva y sobre todo cuando tienen la base del lenguaje ya desarrollado. Aparece de manera más común en hijos únicos.
Hay
muchos tipos de amigos imaginarios (superhéroes, animales, peluches,
niños imaginados etc) juegan con ellos, les hablan, les cuentan sus
cosas... Aunque lo normal es que sepan que ese amigo no existe en la
realidad.
La
función de estos amigos invisibles es la de dejarse llevar en su
fantasía, aprender de experiencias y vivencias inventadas. Además
también les sirve de protección, ya que les ofrece compañía, y
para liberar las tensiones que les produce el mundo real.Tener amigos imaginarios tiene un lado positivo muy importante y necesario para los niños:
- Les permite explorar y desarrollar su imaginación.
- Enriquecerse social y emocionalmente, ya que con ese amigo puede compartir pensamientos, inquitudes, deseos etc. que no compartiría con un adulto.
- Liberar emociones tanto positivas como negativas.
- Reforzar su autoestima, ya que esa interacción, aunque imaginaria, le va proporcionando más confianza en sí mismo.
- Desarrollar habilidades de empatía, ya que tiene en cuenta a ese amigo.
- Mejorar la creatividad, lo que le proporcionará de adulto unas mejores habilidades sociales.
Pero
también existe un lado negativo, y es cuando la relación entre el
pequeño y su amigo imaginario es tan intensa y estrecha, que no se
relaciona con los niños de su edad o cuando consume tanto tiempo en
ella, que baja su rendimiento escolar, ya que no muestra atención a
otra cosa.
- Habla egocéntrica: el niño deja de hablar externamente y pasa a hacerlo a través del pensamiento, pero sin que se produzca una interacción con ningún amigo imaginario.
- Fabulaciones como forma de responder: no se trata tanto de una vivencia de juego del pequeño, sino de una tendencia a contestar de forma fantasiosa e imaginativa, todo ello sin buscar engañar.
- Vivencias de hechos traumáticos: estas son fáciles de identificar, en la medida que sean observadas y comprendidas, ya que suelen ser repetitivas, en cuanto a su contexto y contenido, y siempre generan gran ansiedad y nerviosismo al pequeño.
- Falsos amigos imaginarios: son amigos imaginarios que tienen una personalidad represora y negativa para el pequeño, lo que hace que el juego no sea algo buscado y querido, sino evitado, asociado a altos niveles de estrés, miedo y en algunos casos a problemas psicológicos en el ambiente familiar donde se desarrolla.
Algunos
consejos para padres que tienen un hijo con amigo imaginario:
- Permitir al niño que siga con su amigo imaginario dentro de las edades normales, es decir, simplemente seguirle el juego.
- Verlo como una oportunidad para conocer el mundo emocional del niño ya que através del amigo invisible conseguirán saber cosas que su hijo jamás le contará.
- Si la relación con ese amigo imaginario se vuelve estresante para el niño, vigilar a su hijo, ya que hay algo que no le deja vivir su mundo interior en paz. Si la situación perdura, visite un especialista.
- No le juzgue, deja que exprese sus sentimientos aunque sea mediante el amigo invisible, ya que si se siente criticado, es posible que no vuelva a expresarse en el futuro.
Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado
Perenquén GPI
Enlace consultado:
http://www.webconsultas.com/bebes-y-ninos/psicologia-infantil/amigos-imaginarios-del-nino-12549
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