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lunes, 13 de abril de 2015

¿Realmente tengo depresión?

¿Qué es la depresión?

La depresión es un trastorno del estado de ánimo, un estado de decaimiento y sometimiento tanto psicológico y biológico, siendo importante y continuado, que se manifiesta a través de síntomas psíquicos (pudiendo aparecer desinterés, tristeza, desmoralización, disminución de la autoestima...) y somáticos (pudiéndose presentar en forma de pérdida del apetito, disminución del peso corporal, astenia, alteraciones del sueño con periodos de insomnio y de somnolencia, etc).

Hay que tener en cuenta que como depresión se descartan los episodios de tristeza pasajera o frustración, ya que se consideran una reacción natural de la persona ante acontecimientos negativos (duelos, divorcios, etc.) aunque si se prolonga más allá de los 6 meses o es tan importante que incapacite a la persona, puede desembocar en lo que clínicamente se conoce como una depresión mayor.

Tampoco se engloba como depresión los síntomas depresivos ante situaciones que conlleven un fuerte estrés, pero que luego irán remitiendo paulatinamente a partir de que desaparezca el desencadenante del estrés; es lo que se denomina trastorno adaptativo con estado de ánimo deprimido.

Los mismo ocurre con las depresiones secundarias, que son aquellas que muestran síntomas depresivos pero que tienen su causa en problemas somáticos o están provocados por ciertos medicamentos.

Algunos especialistas nos alertan de que todos en algún momento pasaremos por una depresión en nuestras vidas y de que la mitad de las personas que sufren depresión, dejan el tratamiento antes de los 6 meses recomendados, llevando a recaídas y cronicidad.

Tipos de depresión:

Grupo A
  • Duración no inferior a 2 semanas.
  • No atribuible al consumo de sustancias psicoactivas o a trastornos mentales orgánicos.
Grupo B
  • Humor depresivo no habitual en el paciente, constante durante todo el día y mantenido en el tiempo de forma casi constante. No varía con las circunstancias ambientales del sujeto, y persiste al menos durante 2 semanas.
  • Pérdida o ausencia de interés por actividades anteriormente placenteras.
  • Aumento de la capacidad de fatiga, o pérdida de la vitalidad habitual.
Grupo C
  • Pérdida de la autoestima y de la confianza en uno mismo. Sentimiento de inferioridad no justificado prolongado en el tiempo.
  • Auto-reproches constantes y desproporcionados con sentimiento de culpa excesiva e inadecuada.
  • Pensamientos de muerte o suicidio recurrentes, incluyendo tentativas.
  • Disminución de la capacidad de concentración y pensamiento. Suele acompañarse de falta de decisión.
  • Aparición de lentitud de las funciones motoras, o agitación.
  • Alteraciones del sueño.
  • Variaciones del peso corporal por descontrol alimentario (aumento o descenso marcado del apetito).
Grupo D
  • Presencia de síndrome somático, compuesto por alucinaciones, delirios, retardo psicomotor o estupor grave, concordantes o no con el estado anímico del paciente.
De acuerdo a estos criterios se puede clasificar el cuadro depresivo en:

  • Episodio depresivo leve: presenta dos o tres síntomas del grupo B. Estos pacientes, por lo general, son capaces de continuar con sus actividades habituales con total normalidad.
  • Episodio depresivo moderado: el paciente presenta al menos dos síntomas del grupo B y un cierto número del grupo C, hasta conformar un mínimo de seis síntomas. Estos pacientes presentan dificultades manifiestas para el desarrollo de las actividades habituales.
  • Episodio depresivo grave: presentan todos los síntomas del grupo B, unidos a varios del grupo C, hasta conformar un mínimo de ocho síntomas. Estos pacientes presentan una situación emocional marcadamente ligada a la angustia, especialmente con pérdida de autoestima y sentimientos intensos de culpa e inutilidad. En estos episodios cobran relevancia los intentos de suicidio, asociados a la carga somática, principalmente en los pacientes de sexo masculino, por lo que estos pacientes deben ser controlados de forma constante e incluso, en determinados casos, se debe valorar la hospitalización del paciente. En esta fase pueden aparecer asociados síntomas del grupo D.
Causas de la depresión:

Entre las principales causas se encuentran:
  • Factores genéticos.
La presencia de antecedentes de depresión en el ámbito familiar cercano (padres y hermanos) incrementa en un 25-30% la probabilidad de sufrir depresión. En diversos estudios se ha determinado que en los gemelos monocigóticos hay un 50% más de probabilidades de que uno de los hermanos padezca depresión en el caso de existir precedentes en el otro. Este porcentaje se reduce al 25% en el caso de gemelos dicigóticos.
  • Factores fisiológicos.
La aparición y cronificación de la depresión se ha relacionado especialmente con un descenso de los niveles de serotonina a nivel de las uniones neuronales. Por este motivo, en el tratamiento de la depresión se emplea en ocasiones un grupo de fámacos, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, cuya función consiste precisamente en modificar los niveles de serotonina que se encuentran alterados en estos pacientes. Existe, además, un grupo de enfermedades estrechamente ligadas a la aparición de depresión, la mayoría de ellas relacionadas con alteraciones endocrinas:
  1. Migraña.
  2. Diabetes.
  3. Hipertiroidismo.
  4. Síndrome de Cushing.
  5. Enfermedad de Adisson.
  6. Amenorrea hiperprolactinémica.
  • Factores personales.
Se ha visto que existe un porcentaje significativamente mayor de depresión en mujeres que en hombres. La edad también es un factor influyente, y la franja comprendida entre los 35 y los 45 años es la de mayor incidencia de depresiones. El embarazo y el posparto son etapas vitales de la mujer con un mayor riesgo de aparición de depresión debido a las alteraciones hormonales sufridas.
  • Factores ambientales
Se consideran factores potenciadores de la aparición de este trastorno todos aquellos que son negativos para el sujeto (estrés, ansiedad, incapacidad de encauzar los problemas...) en cualquiera de sus ámbitos personales (laboral, familiar...), en especial si el sujeto se encuentra además en una situación de dependencia o consumo habitual de alcohol, tabaco, drogas, etcétera. Una situación de escasas o nulas relaciones interpersonales potencia especialmente estos factores.

Síntomas de la depresión:

Son varios los síntomas que pueden presentarse durante la depresión, sabiendo que, cuantos más síntomas se aparezcan y cuanto más graves sean, más difícil será la recuperación.

De forma general, deben existir al menos 2 de estos 3 síntomas típicos de la depresión:
  • Ánimo o humor depresivo no habitual en el paciente, constante durante todo el día y mantenido en el tiempo de forma casi constante.
  • Pérdida o ausencia de interés por actividades anteriormente placenteras.
  • Aumento de la capacidad de fatiga, o pérdida de la vitalidad habitual.
Además pueden aparecer los siguientes síntomas:
  • Estado de ánimo depresivo, de duración no inferior a dos semanas.
  • Situación no atribuible al empleo de sustancias psicoactivas o a la presencia de algún trastorno mental orgánico.
  • Disminución o desaparición del interés y la capacidad de disfrute por las cosas que anteriormente resultaban placenteras.
  • Ausencia de respuestas emocionales ante eventos que, generalmente, suelen desencadenar reacciones.
  • Alteraciones del sueño: es especialmente frecuente la incapacidad de conciliar el sueño (insomnio de conciliación), la de mantenerlo durante más de dos horas consecutivas (insomnio de mantenimiento), o despertarse al menos dos horas antes de la hora prevista.
  • Empeoramiento progresivo durante el día del humor depresivo.
  • Aparición de lentitud en las funciones motoras o agitación.
  • Disminución marcada del apetito.
  • Disminución del peso corporal por descontrol alimentario (aumento o descenso marcado del apetito) de al menos un 5% en el último mes evaluado.
  • Disminución marcada o ausencia de apetito sexual.
  • Pérdida de la autoestima y de la confianza en uno mismo. Sentimiento de inferioridad no justificado prolongado en el tiempo.
  • Auto-reproches constantes y desproporcionados con sentimiento de culpa excesiva e inadecuada.
  • Pensamientos de muerte o suicidio recurrentes, incluyendo tentativas.
  • Disminución de la capacidad de concentración y pensamiento. Suele acompañarse de falta de decisión.
En este sentido también es muy importante el papel de la familia a la hora de detectar los síntomas de la depresión.

Aquí te dejamos un test de depresión:
http://testdedepresion.com

Texto redactado por:
María Jesús Meneses Delgado

Enlaces consultados:
http://www.webconsultas.com/depresion

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